quito dos de diciembre de mil novecientos ochenta y seis recordada Alexandra
Espero que estés con las chicas que viven donde la cera no imparte órdenes a pesar de que esto es irreal aquí más que mi sirena eres el otro ser humano que estuvo conmigo en el polietileno geoide en posición que contiene líquidos…
paso a decirte no hay palabras voy a poner ejemplos para que comprendas en el segundo planeta de un sistema de una galaxia había una chica que era amiga de dos de sus habitantes los dos frecuentaban un vaso comunicante con triple ensanchamiento que contenía un gas difícil de condensar el uno se trasladaba de un sitio a otro mediante una nave cilíndrica con sólo dos partes cúbicas el segundo era un androide que zozobraba cada vez que caía un cometa en el sitio en formación como que iba al vaso…
pero ella dejó de oír se volvió
no dio importancia a mi expuesto.
LA ESCUADRA VOLANDO En el reino de los útiles escolares había miles de lápices que se dedicaban a escribir líneas en cuadernos con hojas en blanco, tarea controlada por un esferográfico que exigía:
“¡rayen más rápido, más rápido, se están demorando mucho¡”.
Para poder hacerlo se introducían a un sacapuntas -cuyo dueño era el esferográfico-, y continuaba la tarea de escribir. Un día el esferográfico dijo: "vagos voy a impedir que entren al sacapuntas con frecuencia, ahora será una vez al mes"…
Los lápices, enfurecidos, dejaron de escribir y gritaron a corro: “si no entramos al sacapuntas, nuestra punta se atrofia y quedamos convertidos en un trozo de madera y grafito; dentro de poco tiempo dirás, que sea cada trimestre, cada año o cada década”...
El esferográfico dijo en voz alta: “silencio, nadie me tutea, si no siguen escribiendo voy a soltar los borradores y lanzar la escuadra”.
No obedecieron, estaban dispuestos a defender firmemente el acceso al sacapuntas; el esferográfico lanzó la escuadra, pasó quebrando por la mitad a muchos de ellos; luego hizo que se desplacen los borradores, que borraron del mapa a muchos lápices que encontraron en su trayectoria. Pero estaban convencidos de su acceso; se apoderaron del taipe con el que enrollaron a los resquebrajados; tomaron la caja de fósforos; vino volando la escuadra, la incendiaron en el aire; marcaron unas “X” en los borradores; al llegar donde el esferográfico lanzaron miles de fósforos prendidos, su plástico fue reduciéndose hasta convertirse en una bola de fuego...
Todo pasó a posesión de los lápices: el sacapuntas, el taipe, los cuadernos, el cenicero, el escritorio, la alfombra, el profesor; el aula.
el fusilamiento maquinado
Salto de tecla en tecla, formando palabras escribiendo el cuento, la cinta me advierte: “no aplastes muy duro las teclas” y yo dale, que suena la campanilla:"tin-tin-tin-tin"; el rodillo, pasa de línea se mueve la palanca de los colores y escribo rojo-negro-rojo-negro; la cinta empieza a manchar el papel, me acerco para halarla y me atrapa…
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