martes, 27 de noviembre de 2007

GABRIELA PONCE


Gabriela Ponce es una de las nuevas voces de la poesía ecuatoriana, ella es una joven otavaleña que escribe desde la honda valentía de reproducir el mundo desde el espejo de su pluma; un mundo al revés victima de la polución humana, un mundo injusto donde el látigo del hambre azota, la corrupción viste de frac; un mundo donde casi siempre los peores son los que nos gobiernan


Hacía rato que la belleza humana es administrada por un dictador llamado don dinero; se soborna conciencias y almas; ya ni siquiera los presidentes son quienes gobiernan en sus respectivos pueblos, sino mas bien las transnacionales son quienes deciden el destino de mujeres y hombres.
Gabriela es una poeta con carácter ecológico, egresada en Recursos Naturales Renovables; ella siente el desequilibrio humano pero aún vibra con lúdicos juegos en donde la infancia le gana la partida a ese maldito calambre de la madurez incierta


También ha incursionado en la pintura y en la danza contemporánea.
Es en la Página Cero (Taller poético teatral) donde comenzó a mostrar su obra poética y este es el grupo con el que ha trabajado en Imbabura desde el 2001

La poesía de Gabriela Ponce es de corte social y erótico, sus versos son flechas de Cupido que enamoran a ojos y oídos। Ella ama y siente la vida. Ella atisba desde el cielo a sus sueños y donde pone el ojo coloca el verso.


Hasta hoy cuenta con tres publicaciones colectivas:
- La voz de Eros (Antología de poesía erótica femenina).
- Refundarte (Antología de poetas imbabureños)
- Mujer, imagen y testimonio (Premio en testimonio escrito).
Como publicación individual cuenta con: Clave de Sol, su primer libro
En la actualidad esta dejando curar sus alas rotas y mientras camina danza en el inframundo con hadas, duendes y demonios





DÉJAME



Déjame rozar
tu cuerpo
para abismarme en el hastío
de ambigüedades vanas
para romper mis alas
y reencontrarte en los pedazos de mi piel.
Déjame reinventar
la metamorfosis orgásmica
de la Luna de Acuario.
Y dibujar en tus nalgas
libélulas cósmicas en una muerte temprana
Déjame habitar tu templo
Y en el efecto letárgico de tu sudor
puperponerme a la oración
en antagónicos espasmos
consagrarte en mi cuerpo.
Déjame viajar con el hilarante
sonido de tus pasos
en la cabellera amorfa de tus sueños pintados.
Al final de este sueño…
Déjame perderte
déjame joderme
déjame... dejarte


INCITACIONES TEMPRANAS



Una flor me seduce
mientras mis pistilos
acometen incesto con la LUNA
Las estrellas guiñan sus ojos
y yo repaso tu lengua en mi boca
mis párpados te encierran.
En un beso bilengual
te enredas en mis dientes
me desarmo como un puzzle
mi cuerpo se deslíe.
Acaricio las llamas
para calentar tu sexo
Quiero abrir mis piernas
para caer en tus manos
y desgarrar las ropas de papel
las luces de la ciudad desentrañan orgasmos
Tu preguntas
¿Sobrevivo?
Yo respondo
Solo vive.

TACTO




Dibujo tu cuerpo en la nada
acaricio tu ardor en el aire
y fustigo tu recuerdo.
Sumerjo mi vida
en fatalidades eternas
que escudriñan
follajes cerebrales a deshoras.

Conjuro a tu templo
en noches de alas cortadas
entre delirios iracundos
de constelaciones muertas.
Alucino tu enlunada piel
me calzo en tu sombra
y me pierdo en tu no ser.

ROMPECABEZAS



El colérico fulgor de tu recuerdo
ha formado entre fantasmas nocturnos
este rompecabezas humano
que se arma y desarma en ataviada cópula
El estremecimiento de mis senos desnudos
que rememoran entre cenizas
tus húmedos labios
y como diablo agazapado
codicio tu caprichoso apéndice
que acaricio en silencio
acicalo tus formas
y desdibujo tu cuerpo

EXHUMACION

Tu adiós
me golpea el pecho
y doy despasos a mi vida

Una cuchara revuelve
el grito contenido en la garganta
mientras se fumiga la selva colombiana
y las ánimas se mueren de hambre
(ADUANA RETIENE SUEÑOS)

Se le caen las alas a los pájaros
¿LA ADAPTACIÓN ES NECESARIA?
Cambia el ángulo de inclinación de la tierra
y un susurro se calla en mi boca

Se destrozan los sueños
Se deshojan los cuerpos
EL PLANETA DE DEFIENDE O DE ACABA

En este segundo tiempo todo da igual
sí aún reposo desnuda
en el umbral de tu cama

WELCOME



En el cóncavo adagio
de esta hije puta vida
se desgarran las dolorosas pisadas del destino
Encuentro nefastos misterios en tu lecho
Como siempre
los consumo y deshago…
Forjo un cerco de llanto y karma
Me quedo después …
Con nada
Y sigo con ganas de darle la vuelta al mundo
sentar el tiempo al revés
abrir los ojos para dormir
aún espero ganarle un verano a este invierno

Y hoy
justamente hoy
instalo un OPEN en mi sexo
¿Qué esperas?
- Entra -
Rebusca
Destruye
Pero por favor
cuando salgas
CIERRA LA PUERTA



CORAZÓN

Córtate las venas corazón
Bebe la miel
De tu cuerpo
Auséntate
Violéntame
Despídeme de tu sueño
¿No sé?...
No siento
La nada atrofia
¿Qué significa trascender?
Y para que demonios la eficacia
el fruto o la conclusión
Para que esto
Para que, te quiero
Síndrome de utilidad
¿Se acaba el mundo o comienza?
¡Sí! quiero besarte
¡Sí! Quiero ingresar en tu pensamientos
¡Sí! Quiero
Córtate las venas corazón
Ya no encuentro palabras
Ya no hay diccionarios
Ya no estoy
Me despido
Adiós.

Poema

El poema me agarra, me escapo,
el poema me persigue, me mutila,
a pesar de todo sigo viva
El poema se enclaustra en mi poca noche
y en un pronto amanecer me suspira
El poema , duerme, late, gesticula entre mis pasos.
El poema hace el amor e inconsciente aletarga un pronto orgasmo;
quedo impávida ,
el poema me suplica lo recojo
el poema no me encuentra
ahora yo lo busco.
Estrujo al poema y lo guardo
en la solapa de algún libro calientito.
Conciliamos treguas,
perdonamos olvidos
y sonrojamos en risas.
aún lo conservo en estas páginas
donde el poema y yo soñamos
nuestra pronta muerte.


“... Solo Que Sería Lindo Levantarse Un Día Y Encontrarse Que Por Fin La Vida De Uno Depende De Uno”
MAFALDA



DEUDA EXTERNA



A quien debo agradecer
Las noches perdidas, las noches bebidas y las noches cautivas.
Los insomnios danzantes, cantantes y amantes
El destierro del mundo
El plomo en la sangre
Los mestizos glóbulos rojos
El plasma andino de mi cuerpo
Arquetipo español de los glóbulos blancos
A quien le debo
Ninguna paz y todas las penas
Manglares y arenas
Las armas nucleares biológicas y arqueológicas
Los protones y neutrones que explotan cada día en el inconsciente
A quién debo agradecer
La antihistória de la vida
La seguridad de tener utopías
El sueño de la muerte
veinte y cuatro años de guerras grabadas en la mente
el código genético de la desmemoria
A quién le debo
la segregación de mi hermano
la xenofobia de mi raza
la piel canela que me abraza
quien me heredo tanta burocracia
A quién debo
Si lo he pagado todo
A quién presto
si nací endeudada

jueves, 8 de noviembre de 2007

MEDARDO ÁNGEL SILVA ENTRE EL SIGNIFICADO Y LOS ESCAPES

Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com

La poesía sin importar la época, su origen o su forma, por ser un metalenguaje en constante e imparable transformación es, ha sido y será para críticos y semióticos el paradigma sin paradigma en la decodificación de la realidad. Qué puede tener el poema “Alma en los labios” del poeta Medardo Ángel Silva para entender la sociedad ecuatoriana, particularmente la guayaquileña de principios del siglo pasado, nos gustaría mucho ahondar en el personaje, en su obra y lo que está constituye en la modernidad, porque de manera indiscutible él es el más representativo exponente e la generación que en nuestro país es conocida como la generación decapitada[1]. Como decía que tiene ese poema que nos da señales, rastros de una cultura y de sus formas, pues tiene eso las grafías como signos fundamentales en la construcción simbólica de una época, grafías que dibujan profundas ausencias del hombre que se enfrenta en el modernismo a la angustia frente a la máquina.

Medardo Ángel Silva sufre el reto de la vida a temprana edad, huérfano de padre ante la crisis económica de su madre se ve obligado a buscar sustento de cualquier forma; de carácter rebelde llegó hasta el tercer curso de colegio por no tener un corte “varonil”, lo que le movió a no regresar al “Vicente Rocafuerte”, incursionó en el periodismo, amó como duende pertinaz la literatura. Su motor fue ese amor, en tan solo veinte y dos años vida escribió como si hubiese sido eterno. Él fue un hijo de ese Guayaquil agro exportador que estaba consolidando su poder frente a los terratenientes serranos y que desde el cacao había construido riquezas que le daban poder político y económico, accesos a nuevas tecnologías de transformación cultural, el automóvil, el avión, los medios de comunicación eran parte de ese mundo, en el que el poeta debió sentir sin lugar a dudas los vacíos del vapor, con los que se ahondaron las soledades de la modernidad, debió sentir la fuerza del espíritu y la frustración frente a una sociedad que no lo entendía, que no aceptaba[2] su obra, así el poemario "El árbol del bien y del mal", no tuvo ninguna acogida causando ira en el autor que destruyera en gran parte sus ejemplares.

Medardo Ángel Silva es uno de los herederos de Alfaro, de su democratización de los procesos educativos, en la liberación del yugo clerical, tiene ante si a un nuevo Ecuador fruto de la permanente confrontación de dos ideologías que durante la mayor parte del siglo XX, con algunos cambios de piel, estarían en permanente contradicción; a la par se da la revolución marxista que viviera Rusia y el auge de un pensamiento vinculado a entender el rol del hombre en un mundo metálico y a veces sin Dios. No es solo el contexto general, es el ser sensible enfrentado al desamor, a sentirse que no pertenece a ese esquema en fulgurante desarrollo. Es irónico que solo después de su muerte su sentido de ser parte de ese Guayaquil mítico haya sido acogido, es como que su trabajo literario fuera aceptado más no el poeta[3].

Sin lugar a dudas es Medardo Ángel Silva, es icono de la identidad cultural guayaquileña, por ser un hombre que a pesar de su temprana edad tuviera el valor y sobre todo la genialidad de escribir lo que escribió, icono que de ninguna forma falta en los encuentros literarios o en las conversaciones de cafetín entre los neo poetas.

Su obra vida y talento son permanentemente estudiados y cantados en la memoria viva de la gente, que sabe que murió y como vivió con la cara blandiendo los sables a la angustia, al amor y al desamor. Dentro de los planos intangibles de la cultura, Medardo Ángel Silva es aquellos que sobreviven sin necesidad de texto de estudio ya sea por el mito de su vida, por sus poemas que cantamos como pasillos o por ser el poeta que murió en la misma forma del cuento que escribiera; muerto no por la bala sino por la soledad, muerto por la angustia y la desesperación de respirar en un mundo automatizándose.

Es también el representante de una segmento que se va consolidando, la clase media alta de los intelectuales que enamoran con su pensamiento y que caen en la seducción de “los paraísos artificiales”, que acabaría luego con la vida de nuestro poeta post modernista Miguel Ángel León.

Es triste, pero indiscutible en la mayoría de los casos, que el significante de un creador toma sentido con su muerte.

1Sus integrantes se auto eliminaron y se caracterizaron por el uso e estupefacientes de forma particular la morfina.
2 Si se entiende por aceptación los niveles mercado del arte.
3 Esto pasa en ocasiones de manera reiterada con muchos escritores, la gente ama sus obras no a ellos como personas.


SELECCIÓN POÉTICA:

ESTANCIAS

Señor, no ha recorrido mi planta ni siquiera
la mitad de la senda, de que habló el Florentino,
y estoy en plena sombra y voy a la manera
del niño que en un bosque no conoce el camino.

De profundis clamavi Pastor de corazones,
da a mi alma el fuego que hizo de la hetaira una santa;
renueva los milagros de las resurrecciones;
espero, como Lázaro, que me digas: ¡Levanta!

***

Esposa Inevitable, dulce Hermana Tornera,
que al llevarnos dormidos en tu regazo blando
nos das la clave de lo que dijo la Quimera
y en voz baja respondes a nuestros cómo y cuándo;
apenas si fulgura mi lámpara encendida,
derroché mis tesoros como una reina loca,
me adelanté a la cita y, al margen de la vida,

¡ha dos siglos que espero los besos de tu boca!

***

No dicen los inviernos que no haya primavera;
en la noche más negra palpita el alba pura:
lo sabio es esperar; es fuerte quien espera
-buen sembrador- velando la cosecha futura.

Las horas en su danza llevan tan loca prisa,
que a la risa y al llanto ofrecen pronto fin:
feliz quien pueda ver con la misma sonrisa
la serpiente del bosque y el lirio del jardín.

DETALLE NOCTURNO

Un gato, grave y frío, sobre el vecino alero,
en yo no sé qué fina meditación se pierde,
contemplando la rosa de la luna de enero
con la viva esmeralda de su pupila verde.
Inclinada la testa como un Platón ideólogo
e inmóvil, en hipótesis magníficas se abstrae...
y sólo turba el hondo silencio del monólogo
la canción olorosa que alguna brisa trae.

VELADA DEL SÁBADO

Marcha la luna trágica entre nubes de gasa...
sin que nadie las toque se han cerrado las puertas...
El miedo, como un lobo, pasea por la casa...
se pronuncian los nombres de personas ya muertas...

El abuelo las lámparas, por vez octava prende...
se iluminan, de súbito, semblantes aturdidos...
Es la Hora en que atraviesa las alcobas el duende
que despierta, llorando, a los niños dormidos...

LO TARDÍO

Madre: la vida triste y enferma que me has dado
no vale los dolores que ha costado;
no vale tu sufrir intenso, madre mía,
este brote de llanto y de melancolía!
¡Ay! ¿Por qué no expiró el fruto de tu amor,
así como agonizan tantos frutos en flor?
¿Por qué, cuando soñaba mis sueños infantiles,
en la cuna, a la sombra de las gasas sutiles,
de un ángulo del cuarto no salió una serpiente
que, al ceñir sus anillos a mi cuello inocente,
con la flexible gracia de una mujer querida,
me hubiera libertado del horror de la vida ... ?
Más valiera no ser a este vivir de llanto,
a este amasar con lágrimas el pan de nuestro canto,
al lento laborar del dolor exquisito
del alma ebria de luz y enferma de Infinito!

AL ANGELUS


Atravesó la oscura galería...
al Angelus... llamaban al rosario...
La religiosa voz del campanario
vibraba en la quietud de la Abadía.
En sus manos de nácar oprimía
el viejo Kempiso el Devocionario...
La luz de un aceitoso lampadario
delató su presencia en la crujía...
Se vio palidecer su faz de nárdo...
hablaba de Eloísa y Abelardo
el llanto que la fuente diluía.
Y la Sor que en el mundo fue princesa,
inclinando la pálida cabeza,
atravesó la oscura galería.

OFRENDA A LA MUERTE


Muda nodriza, llave de nuestros cautiverios,
¡oh, Tú, que a nuestro lado vas con paso de sombra,
Emperatriz maldita de los negros imperios,
¿cuál es la talismánica palabra que te nombra?
Puerta sellada, muro donde expiran sin eco
de la humilde tribu las interrogaciones,
así como no turba la tos de un pecho hueco
la perenne armonía de las constelaciones...

Yo cantaré en mis Odas tu rostro de mentira,
tu cuerpo melodioso como un brazo de lira,
tus plantas que han hollado Erebos y Letheos,
y la serena gracia de tu mirar florido
que ahoga nuestras almas, exentas de deseos,
en un mar de silencio, de quietud y de olvido.

ANIVERSARIO

Hoy cumpliré veinte años. Amargura sin nombre
de dejar de ser niño y empezar a ser hombre;
de razonar con lógica y proceder según
los Sanchos, profesores del sentido común.

Me son duros mis años y apenas si son veinte
ahora se envejece tan prematuramente;
se vive tan de prisa, pronto se va tan lejos
que repentinamente nos encontramos viejos
en frente de las sombras, de espaldas a la aurora
y solos con la esfinge siempre interrogadora.
¡Oh madrugadas rosas, olientes a campiña
y a flor virgen; entonces estaba el alma niña
y el canto de la boca fluía de repente
y el reír sin motivo era cosa corriente!
Iba a la escuela por el más largo camino
tras dejar soñoliento la sábana de lino
y la cama bien tibia, cuyo recuerdo halaga
sólo al pensarlo ahora; aquel San Luis Gonzaga
de pupilas azules y rubia cabellera
que velaba los sueños desde la cabecera.

Aunque íbamos despacio, al fin la callejuela
acababa y estábamos enfrente de la escuela
con el "Mantilla" bien oculto bajo el brazo
y haciendo en el umbral mucho más lento el paso,
y entonces era el ver la calle más bonita,
más de oro el sol, más fresca la alegre mañanita.

Y después, en el aula con qué mirada inquieta
se observaban las huellas rojas de la palmeta
sonriendo , no sin cierto medroso escalofrío,
de la calva del dómine y su ceño sombrío.
Pero, ¿quién atendía a las explicaciones?
Hay tanto que observar en los negros rincones
y, además, es mejor contemplar los gorriones
en los nidos, seguir el áureo derrotero
de un rayito de sol o el girar bullanguero
de un insecto vestido de seda rubia o una
mosca de vellos de oro y alas de color de luna.
El sol es el amigo más bueno de la infancia;
nos miente tantas cosas bellas a la distancia,
tiene un brillar tan lindo de onza nueva! Reparte
tan bien su oro que nadie se queda sin su parte;
y por él no atendíamos a las explicaciones.
Ese brujo Aladino evocaba visiones
de las mil y una noches -de las mil maravillas-
y beodas de sueño nuestras almas sencillas
sin pensar, extendían sus manos suplicantes
como quien busca a tientas puñados de brillantes.

Oh, los líricos tiempos de la gorra y la blusa
y de la cabellera rebelde que rehúsa
la armonía de aquellos peinados maternales,
cuando íbamos vestidos de ropa nueva a Misa
dominical, y pese a los serios rituales,
al ver al monaguillo soltábamos la risa.

Oh, los juegos con novias de traje a las rodillas,
los besos inocentes que se dan a hurtadillas
a la bebé amorosa de diez o doce años,
y los sedeños roces de los rizos castaños
y las rimas primeras y las cartas primeras
que motivan insomnios y producen ojeras.

¡Adolescencia mía! te llevas tantas cosas,
¡que dudo si ha de darme la juventud más rosas!,
¡y siento como nunca la tristeza sin nombre,
de dejar de ser niño y empezar a ser hombre!
Hoy no es la adolescente mirada y risa franca
sino el cansado gesto de precoz amargura,
y está el alma, que fuera una paloma blanca,
triste de tantos sueños y de tanta lectura...!


LA RESPUESTA

Muda a mis ruegos, impasible y fría,
en el sofá de rojo terciopelo
un pálido jazmín hecho de hielo
tu enigmático rostro parecía.

La hostia solar, en roja eucaristía,
se ocultaba en el mar; y, al dulce cielo,
el divino Chopin su desconsuelo
en un sollozo trémulo decía.
Y cuando, por oír esa palabra
que eternos lutos o venturas labra,
te hablé de tu desdén y mi agonía,
con ademán de reina mancillada
me clavaste el puñal de tu mirada,
muda a mis ruegos, impasible y fría.

LA EXTRAÑA VISITA

Por la noche la Muerte las alcobas visita
donde dormimos nuestros apetitos bestiales y,
buen vendimiador, los frutos escogita
de sus vendimias eternales.

Una vez a mí lado llegó calladamente
y, cual si fuera un miembro próximo de la familia,
me acarició las manos y me besó la frente;
yo comprendí todo...

Y, desde esa vigilia,
ella marcha conmigo
y se acuesta en mí lecho
y su mirar oscuro toda mi vida abarca...
¿No ves, por mi actitud, que estoy como en acecho
del rumor con que boga su misteriosa barca?

EL PRECEPTO

Deja la plaza pública al fariseo, deja
la calle al necio y tú enciérrate, alma mía,
y que sólo la lira interprete tu queja
y conozca el secreto de tu melancolía.

En los brazos del Tiempo la juventud se aleja,
pero su aroma nos embriaga todavía
y la empañada luna del Recuerdo refleja
las arrugas del rostro que adoramos un día.

Y todo por vivir la vida tan de prisa,
por el fugaz encanto de aquella loca risa,
alegre como un son de campanas pascuales,
por el beso enigmático de la boca florida,
por el árbol maligno cuyas pomas fatales
de empozoñadas mieles envenenan la Vida.

SE VA CON ALGO MÍO

Se va con algo mío la tarde que se aleja;
mi dolor de vivir es un dolor de amar;
y al son de la garúa, en la antigua calleja,
me invade un infinito deseo de llorar.

Que son cosas de niño, me dices; quién me diera
tener una perenne inconsciencia infantil;
ser del reino del día y de la primavera,
del ruiseñor que canta y del alba de Abril.

Ah, ser pueril, ser puro, ser canoro, ser suave;
trino, perfume o canto, crepúsculo o aurora!
Como la flor que aroma la vida y no lo sabe,
como el astro que alumbra las noches y lo ignora.

RAUL ARIAS

(Quito, 1943). Militó en el grupo Tzántzicos en la década de los años 60 y publicó en la revista Pucuna sus primeras producciones literarias. En la década de los 70 formó parte del cuerpo de redacción de la revista La bufanda del sol.

Obra literaria: Poesía en bicicleta, 1975; Lechuzario, poesía, 1983; Trinofobias, poesía, 1988; Signos en el fuego, reportajes, 1987; Espejo: un zapador de la colonia americana, obra premiada en el Concurso de Libretos de Radioteatro de Radio Televisión Alemana, 1989; Luces y espejos en la oscuridad, escrita en colaboración con Iván Toledo, Premio Nacional de Obras de Teatro convocado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1990; Cinemavida, poesía, 1995; Caracol en llamas, poesía, y Picadas del viento, radioteatro (2001); Pedal de viento, antología poética, 2004; Duende escapado del espejo, volumen que recoge trabajos sobre Eugenio Espejo, 2006.

Su poesía se ha incluido en antologías del Ecuador y otros países.

Ha producido las series radiofónicas: Pensamiento y cultura de Nuestra América, 1980, veinte programas con escritores y poetas latinoamericanos; Escritores Ecuatorianos, 1981, veinte programas con escritores y poetas ecuatorianos; Reportaje a treinta poetas ecuatorianos, 1988.

La libertad buscando patria, CD con la vida y poesía de Jorge Carrera Andrade, abril 2007.

SELECCIÓN POÉTICA

No sé cómo soy
ni me interesa.
¿A usted le interesa?
Siento la piel del viento
y la acaricio.
No derramo una lágrima-lente
detrás de una puerta
ni viro un vaso
para que se ahoguen
El sol me quema
y me agrada.
Puedo ser la tangente
del mundo
pero vivo mal.
Leo los periódicos
para enterarme
que hablan mal de mí.
Digo: si no me conocen
¿cómo pueden hablar mal de mí?
Empujo una carreta,
llevo un balde,
pregono
lo que ustedes ven.
Voy a las plazas,
no me escondo,
no me conocen
ni me conozco muy bien yo.
No sé cómo soy
ni me interesa.

* * *

El poeta maldito que quiere pasarse las horas
bajo agradables techos, recogiendo las moscas
o peinándole a dios su peluca tostada.
El poeta maldito que no quiere ser desplazado
y sus dos brazos medio rotos luchan por coger
el arroz entero y echárselo a la panza.
El navajero y pelador de palabras
como papas con gusano.
El oidor incesante.
El casi criminal.
Linfático, nervioso estudiante de las canciones
de las cocineras y de los cantantes populares.
El todo-sol, todo-41.
Oculto puede existir para el amor
aunque de amor esté hambriento como un lobo.
¿Qué son las calles –dice- sino puentes colgantes
entre la vida y la muerte?
Sin embargo, pulidas, hermosas como ojos de iguana,
el camino desde la mosca hasta el ciego,
establecido por un trayecto de miradas,
incomparable, incomparable
en su vuelo de madera..
El poeta maldito fuma espermas para no aburrirse,
duerme en la puerta del horno
para que se queme el pan,
para que el sordo siga en su sordera,
para que el monje sea completo, con fusil.
El poeta de piscis
que prepara su testamento bajo el agua,
y cree, sobre todo cree en la superficie de la tierra,
y le estorba un moco grande
que vio pegado en la pared
y tiene que almorzar en la fonda negra
frente a un buitre de humo
y bebe chicha con esquirlas
y el un ojo ignora de vez en cuando
lo que hace el otro
y sus medias se le hayan pegado al alma
y el alma llena de mugre vaya a parar
junto a la ropa en una soga, a secarse,
para que le sigan usando.

Quiso desposarse y ahora hay problema
en el ruido del bosque.
El canto del pájaro, a las seis.
El yunque, a las seis.
Para que siga durmiendo el bienpensante.
No sabe aún si quiere cabra, puta, violeta y fragancia
o mugre entumecida y triste.
Paseó por el bosque con el sexo erecto
detrás de la bragueta.
Junto a él –rumor de hojas frescas-
la tibia escalinata del amor, rodeada el talle
por manos anhelantes.
La luna en Verne, lámparamor todavía,
y abajo entre las ramas y la noche,
el vello jugoso exprimiendo cortinas.
El amor quizá sea grande cuando se lo continúe.
cuando lo canten mil y otro mil lo escuchen atentos.
Ahora, no. Ahora es una revista pornográfica,
un coito con tijeras.
“Estate quieta, estatua de la vida”.
“Prohibiré la lucha de clases”.
Con tanta estupidez, el sol parece quemar más
¡y que así sea!
“La amé en un portal.
Fuimos a la iglesia
Para acariciar sus senos”.
“Almorzamos con tal vagabundo.
Nos reímos mucho. Del carajo y del plato sucio”.
Despósate.
Quedemos en esto.

* * *

con la lucidez de los muertos
estos hombres caminan
con la garganta en el sol
estos hombres se mueven
se mueven
me asombran sus corbatas de hierro
entran como viento
e instalan sus ganchos en mi cuerpo
allí se quedan
mi cabeza es una escoba
que barre el vidrio del mundo
soplan niños
que se esconden en cajas de fósforos
me empujan hacia tumbas innumerables
se esparcen mis pedazos
nadie me ayuda a buscarlos
siento que estoy en el circo viendo animales de la selva
me río en el horizonte
cae el cielo y me ahoga
nadie quiere gritar conmigo
parece difícil
una cuerda anuda mis pedazos
salgo a las plazas y me muestro
rostros de papel pasan
pasan
y quedo sin saber qué soy

* * *

el sexo es una gran noche
que no se olvida de castigar a sus creyentes

el olor más fecundo es el que exhalan
todos los hombres

el mar más inmenso
el que cabe en mi lengua

la mujer más perfecta
la que orina en las calles
y pare genios al mundo

tengo un recuerdo de selva en el sexo
las noches caen en mis manos
como árboles locos
reparto en cada plato un sudor niño
que será consumido con el fuego del sol


* * *
Preparo los pensamientos para mañana

Tengo mi locura hecha:
conseguiré tu amor
a temprana hora
en el lecho de mi hermano.
Yo, ¿qué puedo ofrecerte?
Mi cinismo,
mi mal humor
mis manos
para acariciar tus cabellos,
mi dulzura opaca.
Tenlo en cuenta: óyeme
cuando te llame.
Te esperaré en el sitio imprevisto.

* * *

así,
sol encallecido, encabritado con todos
los dolores posibles de esta tierra
-pequeño trompo lanzado
por la piola de algún loco-;
así,
digestando la cabeza,
expulsado de un óvulo,
átomo que flota en un viento con dientes;
así,
o realista,
caminando tranquilo entre casas normales,
mugrientas, con viejas cuchicheando del dios vivo
y la vecina, riéndose de sus piojos y sus curas,
yendo al cine con una muchacha mientras en mi país
Santo Domingo, en mi corazón Vietnam,
unos señores asesinos
matan mis hermanos, padres, abuelos;
así,
potenciándome el mundo
voy;
así nomás es todo esto,
te cae un edificio de mentiras encima
o el motociclista te mira
como un ladrón;
pero entras en un bosque y ves claro,
tragas tierra y agua
y sales limpio;
o mejor,
en un barrio de esos
por los que diariamente chorrean por las calles
borrachos negros, y no necesitas decir
soy poeta
escribo poemas perfectos;

en realidad
mi voz se funde con lo que comprendo,
se que la dejo entre dos ladridos de luna,
en la hermana triste, en algún rincón sórdido;
más poeta soy cuando me alejo de una cama
con mujer desnuda, y digo: es hermoso el mundo,
es mujer el mundo, no es como creen los idiotas
derrotado el mundo;

así
yo no ordeño palabras para que se rían o lloren,
no soy propagandista de mí mismo,
me meto a los sitios que me gustan,
con las gentes que me gustan;
me cago en los partidos
pero quiero un partido para luchar mejor
y botar la basura de este siglo;

así,
contaminado y todo
camino, llamo, subo a los buses,
me meto los dedos a la nariz,
trepo a los postes, sus luces me muelen las costillas,
trago polvo y música,
bailo con los locos en los hospicios,
visito presos en las cárceles;

los subversivos contienen
pasos en sus manos;
las lenguas son dulces; caminamos
encima de diferentes hilos; la luna
está enlazada,
nosotros
lo sabemos mejor que nadie;

la luna es hermosa,
les patea en las narices
a los poetas románticos,

así,
o de otra forma,
sinuoso, helicoidal,
en vuestros puños y en los míos,
caminando,
hablando,
luchando.

ALFONSO MURRIAGUI


Alfonso Murriagui, nace en Quito en 1929, Estudia en la Escuela de Comunicación Social, periodista y profesor de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador, durante 25 años, ha dedicado su vida a la defensa y difusión del Arte Popular. Actualmente sigue trabajando en poesía, narrativa y dramaturgia; es miembro del Comité de Redacción del Semanario Opción.

Murriagui es un hombre comprometido con su pueblo y las causas justas, militante de izquierda sin claudicaciones, maestro ético y preocupado en la formación de comunicadores responsables, generoso amigo, trabajador del arte popular, periodista y comunicador veraz, investigador acucioso.

En 1961 es parte fundacional del grupo Tzántzico, se encuentra entre sus promotores, integra la redacción de la revista Pucuna; fue Vicepresidente de la Asociación de escritores Jóvenes del Ecuador en 1965; Director de Relaciones Públicas de la Universidad Técnica Luís Vargas Torres de Esmeraldas 1972-1976; Director de Difusión Cultural de la Facultad de Filosofía de la Universidad Central 1985-1992.

Poeta, Narrador y Dramaturgo, ha publicado Poesía Universitaria 1962; 33 Abajo, primer libro Tzántzico Editorial Universitaria Quito 1965; Pampa de Oro (relato) 1981; Las huellas del Futuro, Quito Editorial de la Facultad de Filosofía 1987; La vida y otros paisajes (poesía), Ambato 1987; El ritual de los noctámbulos (poesía y cuento) varios autores 1991; Con las mismas palabras (poesía) Colección Pachacámac Fondo 1993. Inéditos: La verdadera historia del mejor trompón del mundo, 8relato) ; De la rockola al calabozo (novela) ; Los pobres no somos ladrones (relato) ; Desde mi soledad (poesía) ; Entre las nubes y el asfalto (poesía). Sus poesías constan en la Antología de Poesía Viva Latinoamérica de Aldo Pellegrini, Editorial Seix Barral España; en Antología de la poesía Latinoamericana Italia Editorial Feltrinoli y sus cuentos figuran en el índice de Narrativa Ecuatoriana realizada por Simón Zavala en 1992.

Entre los Premios figura: el Segundo premio en los Juegos Florales de Ambato en 1987; Tercer premio en el Tercer Concurso Universitario de Poesía y Cuento 1991; Primer Premio en el V Concurso de Poesía, convocado por la Asociación de Empleados de la Universidad Central en 1993 ; Segundo Premio Universitario en el Área Artística y Literaria 1995; Segundo Premio Universitario en el Área Artística Literaria 1998.

SELECCIÓN POÉTICA


DESDE EL OJO DEL ÁRBOL

Agazapado, tenso,
con el huracán en el ojo,
camino sobre el mundo
con la esperanza
de que un hombre nuevo
se levante.

Sabemos que la quietud
no sirve
para sacar las espinas
que mantienen despierto
al intestino,
ni que los dos maderos
que clavan mi otro yo
pueden oscurecer el rayo cenital
que habita en los caminos.

Si estuviera inmaduro,
buscaría un pretexto
para decapitar al pez
que viaja rectilíneo,
o dejaría que se mantenga
quieto el rascacielos
que juega en la sombra
del agua.

Pero sabemos
que vienen otros tiempos,
que la memoria
ya no está deslumbrada
y que los dientes
son piedras preparadas
para romper
el miedo que nos ata.

Por eso poco importan
los minutos de espera,
si sabemos que viene
la innovación secreta,
en el ojo del árbol
o en la raíz del agua


LA HORA DE LOS CONEJOS

En la noche,
cuando tienes sumergida
la caricia
en un nudo de arena,
cuando de tu presencia
solo habla
la huella de la luciérnaga,
buscas la voz del fuego
para alumbrar tu rostro.

En la noche,
cuando desfilas por la hierba
en busca de tu hermano
y bañas tus recuerdos
en las alas viajeras
de tu ancestro,
desconoces el nombre
que te pusieron
dos veces al revés
para ocultar tu nombre
.
Cuidas tu noche
porque sabes que servirá
para escapar del látigo,
para contar los capulíes
y dar vuelta al mensaje
que danza en la fogata.

Tu vienes por la noche
y tus manos
se van por las veredas
buscando las huellas
de los conejos
o la cascada gris
de la neblina.

Por eso tienes
las rodillas en punta,
la lengua afilada
para beber las sombras
y los brazos atentos
para decapitar los grillos
que te espantan.

DOS VECES VIDA

Vuelve dos veces
al sitio de tus párpados,
retoma tu intestino
y aléjate del fondo
de tu lagaña ausente
para desconocer lo conocido.
Deja de estar sujeto
al paso absorto
en la mitad del hilo;
escapa de la urgencia
que se pudre
en las puntadas viejas
del mismo amanecer
embrutecido.

Ponte tus dos mitades,
saca tus nuevos dedos
y camina seguro
por las frescas raíces

¿Crees que te darán
los surcos por tus manos?
¿Te comprarán los ojos
por un juego completo
de pan nuevo?
¿Te ofrecerán camisas
transparentes
para cubrir tus siglos?

¡No!
Todo te negarán,
te llamarán perverso
cuando quieran hundirte
y te dirán hermano
cuando quieran pisar,
sin que protestes,
tus mil huesos ausentes.

Tienes que desconfiar,
dejar de lamentarte
por el agua que pasa;
tienes que ir, resuelto,
a rescatar el polvo
que deja tu mejilla.

No tengas miedo al grito
ni al caballo que salta.
Tú puedes, alza el NO
y no te quedes sumiso
sin la vida.
Ha llegado la hora
de dar la media vuelta,
de saltar contra el muro
y arrojar, con tus manos,
el dolor y la afrenta.

DESDE LAS RAICES

El recorrido siempre fue igual
desde la lengua del caracol
hasta la barba del maíz.
Sus huellas están presentes
en el paisaje que refleja
la luz y el hambre
de todas nuestras gentes.
Ya nos hemos cansado
de andar la misma ruta;
queremos hacer otros caminos,
desenterrar los soles escondidos
y salir con las manos
llenas de nuevos hijos.

LA SANGRE Y SU RECUERDO

Cae la pestaña y se va,
con un pedazo de ojo,
a descansar
al fondo de la lluvia.

Cae la palabra
y se lleva
la soledad del viento
a navegar de contrabando
al río.

Cae la sangre
y sigue circulando
en la moneda abierta
del recuerdo.

Así,
mientras la lluvia se evapora
y el viento se adormece,
los glóbulos
sedientos de futuro
van llenando los sueños
con su savia.


EN BUSCA DE RESPUESTA

Busca la luz que te hace falta,
descubre la música
que tienes en tu barro
y tu mañana.

Todo lo que reclamas
está en tu propia sangre,
en la nube espectral
que dejó tu presencia
en la piedra ignorada.

¿Por qué tus ojos limpios
buscan la luz
en playas ignoradas,
si tienes en tus manos
el color de tu misma
indumentaria?

¿Para qué esas preguntas
al forastero
que perdió su carpa,
si no te va dejando
media hora de esperanza?

Sabes cuánto te beneficia
la alborada
y jamás te detienes
a refrescar tus pasos
en la escarcha.

Vas sin buscar respuestas,
sin preparar tus dientes,
ni dar las dos puntadas
que faltan al paladar del agua.

¡Deja de reclamar
el sol,
toma tu voz y canta!

LAS REDES DEL INSOMNIO

Es fácil dar la vuelta
el calendario,
tachar los días malos
o suprimir, sin prisa,
los domingos.

Pero vivir a fondo
los minutos,
darle el tiempo preciso
a la media hora,
señalar el instante
del retorno,
eso ya no es tan fácil.

Porque se acaba el tiempo
tratando de lograr
un pez redondo,
que caiga
entre las redes
del insomnio.


VIAJANDO EN LA PALABRA

Somos desde hace tiempo,
venimos del mismo continente
en donde, poco a poco
quieren sacrificar
a las luciérnagas.

No nos han dicho nada,
pero todos los días
la piel se va estirando
para abrazar al río y
besar la montaña.
Ya pasaron los tiempos
de naufragar en sueños;
hoy queremos viajar
al fin de la palabra,
para darle la forma exacta
a la esperanza.

¡HOLA!

¡ Hola ! río viajero,
pájaro que rompes
la soledad
con tu guitarra.

¡ Hola ! carrizo firme,
voces de rondador
en tu garganta.


¡ Hola ! manos y dientes
progresivos,
que muerden el futuro
y amasan la canción
de los caminos.

Este ¡ Hola ! general,
es para la firmeza
de la gente
y para el duende eterno
que me habita;
para los camaradas
que se fueron
y para los que beben
la luz
en los nuevos senderos.


I

Yo no nací
para quedarme quieto,
clavado como señal
de kilometraje
en el camino.

Necesito viajar
en las manos del aire,
irme por las raíces
hasta encontrar
al hombre nuevo
en la canción del agua.

II

Cuando muera,
los árboles que sembré
se quedarán firmes,
proyectando al viento
mis recuerdos.


III

Desde la ventana
miro el bosque,
el vuelo
de los pájaros;
el enjaulado
soy yo.

IV

Mientras la lluvia cae,
los pájaros
planifican la paz
bajo la acacia.

V

Eucalipto:
árbol de peces iguales
que navegan lentamente
entre las ondas del aire.

Murmullo de mil cristales
que se rompen en la tarde,
manos tenues que dibujan
el paso de las edades.

Manojo de peces secos,
dedos que juegan al aire;
en tus ramas se han quedado
verdes los gritos del aire.

VI

Excéntrico señor,
dueño del bosque,
suspendido en el aire
el colibrí se baña
con la miel del geranio
y la luz de la tarde.


VII

El horizonte
es una línea
imaginaria
que se borra
de las pupilas
cuando la muerte
nos atrapa.


II

El beso
es una pluma
o la dulce expresión
de una manzana;
es la luz detenida
en el instante
en que la vida
canta.

III

Nombre de mar,
sonrisa de ternura,
mi compañera
teje la mañana
mientras los colibríes
chupan la miel
en sus pupilas claras.

IV

Si tus ojos
se detienen a mirarme,
me quemaré, adentro,
con la candela
de la esperanza.

V

Mantente despierta:
si cierras los ojos
se me apaga
el mundo.

VI

Se da la vuelta el tiempo
y nos encuentra
buscando la memoria
de los sueños,
el túnel de los besos,
el fuego que habitó
nuestros silencios.

Y volvemos a estar,
como al comienzo,
en el ojo del agua
y su misterio,
en senderos distintos
que al unirse
recobran la ternura
de los viejos recuerdos.

I

Se que la vida
no se va, se queda
en la mitad
de todos los caminos,
en la mirada azul
de los que pasan,
en la guitarra clara
del recuerdo.

II

Dejamos pasar la vida,
simplemente,
sin comprender que vivir
es robarle
algo a la vida.


III

Para que la derrota
no nos empuje
al lado negro,
debemos darnos cuenta
de que emergemos
desde el suelo,
que las cosas nos marcan
en el ojo
y que la gente
confía en nuestra fuerza
para tomar la luz
y conducir el fuego.

IX

Con la guitarra al hombro
al poeta es un pez
que escala la mañana
y busca en la ciudad
o en la montaña
las palabras precisas
para planificar
la luz y la esperanza.

X

A cada cual su tiempo:
a la abeja,
el tiempo de las flores;
a la luna,
el tiempo de las algas;
el fusil,
el tiempo de los pueblos.

De LOS INSTANTES
DEL AGUA

(fragmentos)

II

La magia del agua:
de su caricia nacen
los caracoles
y las algas.

III

Si buscamos
algo que se iguale
al amor,
encontraremos
que no hay un beso
tan envolvente y tierno
como el beso
del agua.

VI

Abre la boca, pez,
quítale, de sorpresa,
dos segundos de luz
al agua quieta.

VII

El alcatraz
lima con su radar
la piel
del agua.

sábado, 27 de octubre de 2007

NELSON VILLACÍS


Gabriel Cisneros Abedrabbo


Nelson Villacís (Ibarra, 1969).Dirige el taller de literatura “Página Zero” en la ciudad de Ibarra, su tenacidad poética le permite romper los esquemas y construir planetas de letras en el ritual del ser, el creador construye en los colores, en los olores esotéricos de su misticismo. Él salta, multiplica grafías en las que la poesía se construye desde un estilo propio

Las formas, las texturas y el fuego de la poesía de Nelson Villacís, no deben ser descritos en una critica un poco fría, deben ser descubiertos en el acto de amor que el lector y el poeta mantienen en la sobrevivencia del texto; así que les invito a que se integren al sueño del poeta y que transmuten los actos en el tercer elemento del arte; porque para mí la lectura de un texto la contemplación de una obra de arte u otros entraña un dialogo entre el creador y el espectador y de este diálogo, como fruto de una armonizar de fuerzas distintas surge la valoración personal del bien artístico y eso es lo realmente importante porque desde nuestra individualidad asimilamos, construimos y recreamos el arte.



Ha publicado los libros:
Ungüentos para adelgazar una flor (Poesía)
Con más amor que ego (Ensayo)
Eva, Ebriedad y Enigma (Poesía)
Tartamundo (Poesía)
Tartamundo (Obra poético teatral y body painting)


SELECCIÓN POÉTICA:

Ecuador es un país extraño. Tiene el gobierno en Quito,
la administración en EE.UU. y la población en España

MIGRANTE
Echa de menos la tierra de las primicias
donde desnudaste el primer arcano de tu amante ardiente.
Echa de menos el fresco llamado
de la ortiga en la mañana
y el brezo beodo con que exhalaste el polvo.

Hoy que has transitado leguas bermejas
y llevas los brazos tullidos por el sueño.
Echa de menos el camastro de tu patria
y llora por ser huérfano a los sones de la carne
los que alguna vez hasta espinaron tus oídos.

Echa de menos al perro
con sus cortos ladridos
al negligente Domingo en que te aburrías
al doble puñetazo con que maldecías
en la mesa, la sopa que hoy extrañas.
Echen de menos mujeres, heterosexuales
hombres y travestis de madera
y ojalá su tricolor falda y chaqueta
nunca sirvan para almidonar
el estrépito de más de quinientos truenos
con que nos demolió la vieja bruja de la Madre Patria
que antes nos encadenó en nuestra propia casa
y hoy nos fragmenta en casa ajena.

DIOS DEL ADIOS .

Dióscuro Dios nevado
adiós lengua muerta de ceguera.

Dios bañando el teclado de los senos del cielo
adiós adivino sin arcanos.

Dios dorso de faquir A pie descalzo por los vidrios
adiós memoria desdicha lagrimera de los párpados.

Dios del uno y uno separados
adiós separación ya no te amo.

AUTOATENTADO
¿Cómo diablos negar la tozuda vinagrera
que me provoca la memoria
ser una sanguijuela piromaníaca del recuerdo
y un agorero puñal del olvido?

¡ Maldita sea !
No más zancadillas para el tropiezo
ni sonrisa estúpida y efímera .
Quiero adquirir un libro a destiempo
de esos que no merezcan ser leídos.

Maldita obsesión de hematoma con la caricia
menester de labio atado a la metáfora
alucinación de ternura con el sustantivo.

Quiero doparme de verbos y adjetivos
romper con el poniente pronombre y el artículo
y en conjunción zodiacal
censura los ovos canela de mis pupilas
para ciego a las huellas de otro
persuadir al lenguaje del misterio
que me autorice morir en paz y descrédulo
siendo amado, no entendido.

EPITAFIO
Las blancas nubes trotan
por el vasto azul del cielo
Un acongojado imbécil ensarta las manos
en los bolsillos de su pantalón gris y ciego

Un niño niveo y de piernas chuecas
se rasca las testes al disimulo
en tanto
los vehículos cabalgan por el asfalto de la avenida

Los árboles frotan sus palmas con el viento
mareados con las fábricas que eructan
smog en las esquinas

La muerte emigra
de esta cosmetología de moscas
atrapadas por el paladar de los deshechos

En esta fosa Tartamundo de ugres descalcificadas
la muerte es la que lacta
porque la vida padece amnesia compulsiva.


SOLO ZODIACAL.
¿Se escribe por ignorancia o por costumbre?
La letra es un ángel gótico
que desde el sepulcro seduce
a las almohadas de Morfeo con esponja y algodón.
La palabra vacila como el insurrecto
antes de emprender la huida
es una kábala ofrendada para asumir un reto.

El silencio es el pedestal del ayuno
el síndrome de down a veces
o el Dalai Lama en el Tíbet
meditando el loto de su sueño.
El silencio es el asteroide enigma del deseo.
Caifás hostiga a Cristo.
La macrobiótica se declara en huelga de hambre
contra el óxido carnívoro.
Los dinosaurios no son más que ratoncillos.
¿El escritor es un mago de Oz
o un simple semántico esclavo?
¿El poeta es un hijo de Dios
o un hijo de puta?
No sé.
Cuanto escribo es
para confidenciar silencios
al baúl de la deidad
o del apocalipsis ciénego.

MERCADO DE VALORES
Todos somos hombres y mujeres de negocios
Diners, Visa, Master- Card
Rolex, Daimler-chrysler
Chanel number five.
Todo es negocio
El breakfast, la banana split
los culos en Argentina la piel canela en Brasil
Todo es negociable
El cambio de color de ojos y pelo
Estampitas de Alá ,Lao Tsé, Buda
Confucio, Jesucristo
Examen de orina y heces en el laboratorio clínico
Todo ha sido negociado
Los señores del Peyote
las estrellas de Holllywood
las gorditas de Botero
las mascotas con pedigrí
Las amas de casa, el café
y el helado ron con pasas.
Todo al servicio del negocio
La marca de ropa
los seres en pelotas
las falsas noticias
el boom del rock and roll
La realidad de la vida
el mito de la muerte
Los diuréticos, el vaivén de anos
al servicio del papel higiénico
Cuando las acciones bajan los oportunistas suben
los que supuestamente trabajan
inspiran los versos
de los que como yo supuestamente no trabajan
¡ Oh my God !
Todo de negocia
Hijos de proveta, hijos proxenetas
Laxantes, cortes de pelo y preservativos
Dioses absolutos Dioses relativos
El Hábeas Corpus, la cadena perpetua
La European Cup, la copa América
La página web consulta obligatoria
de los ciberwevonautas
Los libros de poesía, el ascenso en la oficina
Maradona y Pelé reyes del puntapié
Pamela Anderson y su par de tetas
Todos somos hombres y mujeres de negocios
Todos somos hombres y mujeres de mierda
Todo se negocia
Yo, tú, él, ella
La nicotina y la botella
Y aunque el despertador suena
casi nadie despierta


¿ ?

¿ Qué sabe la mosca golosa
de la letra arábiga ?
¿ El semen de los Esquimales
vendrá en cubitos de hielo ?
¿ Beberán los arcángeles
del ébano pecho de Dios padre ?
Y Dios hijo vomitará en los ascensores ?

El espíritu es un albañil desamparado
que busca sus zapatos
en la catedral de los murmullos.

La estatua dominguea
ruegos limosneros de rodillas
en un mundo agujero negro
que delira patas arriba.

SOLSTICIO DEL MERCADO

La navidad eructa sus lacónicas limosnas
y coloca ojeras de elefante
en el ojo del bolsillo de los ciegos.

De tanta publicidad
guarecemos tontos
mientras el recién nacido en rasa paja
no puede oponerse a la corruptela de bonos y presentes
donde las almas se regalan su propio infierno.

Jesús
no soy de los que te delatan
tampoco de los que de rodillas te sobornan
pero toma en cuenta
que si el humano nació sordo
no necesita de orejas
si nació sin manos en el corazón
¡ que demonios hace con esas uñas hincadas en la extorsión !
Si nació con pies
para que lleva puesto patines de ambición.

LIBRO EN ÉXTASIS

Un libro abierto en vitrina es como una prostituta,
se manosea y vende por unas cuantas monedas truncas.
A un libro los doctos le clasifican por materia,
sin saber que muerde y besa lo que la mente infecta.

Estas engañado querido lector,
si piensas que un libro te arreglará la vida;
no es medicina, ni curandero,
porque ese no es su oficio.

Ingenuo mortal. Por favor,
jamás cites las frases de un gran autor en tu epitafio,
déjalo que viva entre los vivos,
que quién escribe nunca está muerto.

Un libro es ignorado o transferido en vicio
Un libro es un soñador desvalijado;
muerto de hambre se gana el pan
a tesón del sudor de la letra en cada día.

Un libro no es propiedad de odiosos intelectuales;
pero tampoco edecán de mediocres,
supuestamente originales.
Un libro no es monógamo o polígamo;
es puerta abierta, no moraleja,
porque nadie sabe a ciencia cierta
sus íntimos secretos.

Un libro empastado, engomado o cosido
en edición de lujo o baratija, da lo mismo.

Un libro santo o pervertido,
disfruta la libertad
de ser o no ser leído.

PIE DE PÁGINA

Uno no sabe lo que sigue
nisiquiera una nota a pie de página
dichosos los árboles que jamás prodigan
a donde desplazan sus ramas.
A veces el ígneo oro enluce las fachadas
otras el heno sosiega
boquiabierto de sed y ocio.

Uno apuesta la vida
anudando o desatando
y en el lago del ojo ajeno
zurce barro en las aguas.
Uno hecha humo de rabia
o con boca preñada de elíxir
blasfema una plegaria.
Uno asciende peldaños o desmiente barricadas.
Uno olvida y recuerda
al que ama y al que increpa.
Mas cuando la piel padece de arrugas
y el pelo tose sus canas
cuan gracioso es descubrir:
que sabiondo de quimeras
y erudito entre ignorantes.
Al fin de cuentas.
Uno no sabe nada.


ANDA POEMA Y CALLA.

¿ A quién le importa
la manija desigual, la hora exacta
cuando se trata de declarar
el amor, la ira o el llanto ?

¿ Quién proclama su interés en boca ajena
cuando el beso le sabe a sal o diente de ajo ?

¿ De qué sirven las Homilías
cuando tienes la fe hecha grietas ?

¿ De cuánto puede servir una hornilla
si no existe alimento que se cueza ?

¿ De qué sirven estas estúpidas palabras
si lo que imploro es silencio en cada página ?

A los poetas Beat…
UNDERGROUND
Etéreos trovadores del Hachís
vagabundos subterráneos del metro
alucinantes viajeros del caleidoscopio
que centellaron sus pasos
bajo la procacidad del suburbio
de la Gran Manzana y San Francisco.

Faquires de la palabra punzante
demonios de la resurrección copulatoria
ebrios, yogas
coreógrafos de la amalgama Beat.
Canonizo su flaca educación
para con los señores fatuos
elegantes pobres diablos del sistema.
Condecoro su rebelde verbo con la presea
de la vena erecta que hinchó la lírica garganta
de los falsos profetas.

Elevo una oración insubordinada
para que los gnomos y arcángeles
humanicen sus milagros hacia ustedes.

Ginsberg Burroughs Kerouac y Corso
más allá de la muerte nos veremos
tras la hijueputa explosión
de un brebaje de semen en la vasta boca del cielo.

LA CALLE.

...Los que pasan, los que pesan,
los que no saben donde pisan.

La calle es una trampa pasarela
de glúteos con pedigrí
y pechos con etiqueta.
Hay semáforos colorados
que dejan autos y transeúntes erectos y grietas.
Hay gente que encuentra la llave;
pero no sabe de que puerta.

La calle está llena de pelones, de teñidos
de gente con más de un arete en la misma oreja,
de pulseras y pulmones con polución hasta las cejas.

Hay quienes piden té
y se los bebe una cerveza.
Hay niños que aman las flores
y solo pueden venderlas,
paradójico proverbio
de poner precio a lo que aprecias.
En la calle se ríe y llora
con la misma fuerza y viceversa.
Hay riqueza en granos de arena
y toneladas en una playa de miseria.


La calle yerra atiborrada de envidiosos que insultan
e hipócritas que adulan y se saludan,
de delincuentes con sala VIP
y roba espejos de vereda;
de los que manejan grandes marcas y empresas
que atropellan su consciencia.

La calle enciende luces con cuerpos bellos
para iluminar a los espíritus feos.

La calle deleita, asusta, atrapa.
La calle anochece y despierta
y si se busca no se encuentra.

La calle va de perlas o de mierda.

EL INDOMABLE.

Befas y elfos me lapidan
con inaudita letra gótica
en la pizarra de la vida
¿Quién piensa en degollar
entre paréntesis mis sombras?
¿Quién hierve mi esperma y hornea
mi lengua de liebre en un purgatorio de arrabales?

Cuando la ciénaga muerte salga a buscarme
hallará que mi risa de arrayán y piel
ha domado el párpado de su espíritu
enloqueciendo la bruta bruma
de arduos laberintos manuscritos.

GABRIEL CISNEROS ABEDRABBO

Dos de diciembre de 1972, habitante de un mundo donde los cuestionamientos transgreden al yo creador y se propagan en versos, en cantos, en ritos donde las sensaciones emigran al lector y se radican en él.

Poeta de la generación posterior al pos desencanto, su trabajo es serio y constante: en 1992, obtiene el premio provincial de poesía joven “Alfonso Chávez Jara”; en el 2003 y en el 2005 gana el Segundo Lugar en el Concurso Provincial de Poesía, convocado por el H. Consejo Provincial de Chimborazo.

Ha publicado “Ceremonias de amor y otros rituales” 1996 (Casa de la Cultura de Chimborazo), “Ego de piel” y “Cópula panteísta” 2003 (Ed. Pedagógica “Freire”), “El otro Dios que soy Yo” y “Ombligo al infierno” 2004 (Ed. Pedagógica “Freire”) y “Mujeres para Morir” 2005 (Ed. Pedagógica “Freire”), “Peregrinaje y Raptos” 2006 (Ed. Pedagógica “Freire”). Además en antologías, revistas y periódicos dentro como fuera del país. Actualmente se encuentra trabajando en el poemario “Poemas para ahorcarse.

El creador también ha incursionado en la crítica artística en varios medios de comunicación social como diario “El espectador” (1999 – 2000), la Revista dominical Panorama de Diario Regional los “Andes” (2001 –2002), actualmente colabora con la revista “Vida a Colores” de diario “La Prensa” en donde esta encargado de la difusión y comentario de aquellos cultores de las distintas artes.

Lo más importante en Gabriel Cisneros es que no existe un divorcio entre el poema y el poeta, los dos son uno en la dualidad, que parte de la vida misma del escritor.

CHUQUIRAGUA

No me han extirpado
tus pétalos,
ni he perdido tus geografías
en silencios light
de una modernidad
llorando ausencias.

Tus danzas susurran
en nosotros,
en los yo de cada segundo
que respiran tu nombre
letra a letra.

CAÍDA

Aléjate demonia
con tus flores de marihuana
incrustándose en la ausencia,
con tus soledades soñando saltos de
hembra sola…

REALIDAD

Dentro de la cacofonía
mi diablo sueña mujeres.

ENGAÑO

Necesito fornicar en el silencio de la noche
para que entiendan que te amo.

SOLEDAD

A uno le capan en silencio
en una campana rota por la costumbre
de niños sin escuela para caer . . .


DICTADURA


¿Cómo a uno le matan
los ángeles que un día creyó amar…?

¿Cómo a uno le friccionan
los muertos que se fueron sin mirarnos…?

LULAS UPANAS

Secuestran su cordura entre los mármoles,
entre el sexo de eunucos dioses
sin mañana

MUJER DE NADIE…

Amor de todos,
te haría mundo en mi piel
sin espejismos,
sin sal en los desiertos
de la noche.

Poema piel
me haría sibarita de tus labios
por ser duda y holocausto
de los lebreles
que bullen en mis venas.

Mujer de soles blancos
Mujer de fuego
tus ternuras a veces callan
con desquicios de epidermis ebrias.

Mujer de nadie
si tú no vuelas
puedo ser sol en tus crepúsculos
NO SÉ

El día suda mujeres agónicas;
todos los cantos escapan
en la rayuela sonámbula,
degollada a media luz.

Que veloz saltas el manicomio,
ya no tengo más danzas;
mi hembra de papel
para hipotecar trenes.

Ya no me cantas
mi sueño se ahorca
entre mujeres frígidas
y hombres de lata.

Me has olvidado
y ya no soy cura
en tu diezmo prometido
en tu éxodo inconcluso

Qué es el sexo,
que soy ahora,
los mutis de tu país extinto.

ME HABLAN DE TI

Extraños escarabajos
se filtran desde tu ausencia.

Ya no eres pétalo
en la posibilidad
de derrumbar los muros,
sustancia andina;
eres la certeza
de ecos compartidos,
sin embargo
llueven kilómetros
en nuestra premura .

Los besos se santiguan
ya sin credo y
la piel se abandona
en el mensaje apagado
de una máquina
que me habla de ti.

QUÉ ABANDONADO ME TIENES. . .

Las libélulas
cuando callas
saltan en mí
a tu piel:
escapulario de
besos aún no compartidos.

Sabiendo que te derrites en mi paila
no puedo invitarte al fuego
… planchadas las horas se
pierden en la memoria

Crisálida de todos lo espacios
callas en la levedad de mi piel
eres igual que la religión
poema embotellado
en una máquina que nos separa
mi amor callado
mi caricias de calles abandonadas
se desgranan entre el frío
de una pantalla.

Salto desde tu seno dormido
a una báscula de voces militantes
de ecos antiguaos
opio en nuestra noche

KAMIKAZE


Te rompes el himen en esdrújulas inútiles,
te lanzas sobre un mundo de porcelana
que no huele tus fronteras
de planeta bullendo acantilados.

Te estrellas en cuerpo inútil
sabiendo que has muerto en vano.


SIN TENER NADA

Alguna vez, salte el muro, amé en los burdeles, fui libre en los suicidios de mujeres que escapaban de dioses falsos, sude una hembra que no existía, dance entre parias en noches sin luna y sin cielo.

Hoy que las catedrales se derrumban en las cruces que no plante, que extraña nostalgia me rompe la felicidad que alguna a vez tuve sin tener nada.


Espero que este texto les ropa y les zurza los espacios en donde sea necesario

¿ACASO?

Me podrás matar,
desde la sonrisa de tus miedos,
desde tu sexo envuelto
en la lengua del prójimo

¿Me podrás matar sicaria
ahora que quiero morir?

INCESTO

El incesto de nuestros sexos
inventa el croar de extintos pájaros
quita las piedras de la piel
y riega nuestras hambres.

A veces nuestro tartaro
tiene más cantos
que apagados azules;
más urgencias y señales
que hipotecados abrazos.

Nuestro incesto, bruja,
es un mar de alacranes
aprendiendo a llorar.

jueves, 25 de octubre de 2007

PABLO YÉPEZ MALDONADO

Ibarra, 1958

Miembro fundador del Taller de literatura Matapiojo en los años 80; en la actualidad forma parte del equipo de investigación y redacción de la Revista Espacios y es miembro del Grupo editorial K-Oz. Ha coordinado varios talleres de creación literaria.

Obra literaria

“Con las manos en los bolsillos, poesía, 1989, “Deseábulos”, libro colectivo, 1992, “Reconstrucción metálica”, poesía, 1995, “Toca piano duende de la magia”, poesía, 1996, “La alcoba de los patojos”, novela, 2001

Premios

Primer premio en la Trienal de poesía “César Dávila Andrade”, 1993 con “Reconstrucción metálica”, Segundo premio en la Bienal de Novela, 1993, con “La alcoba de los patojos”

Comentarios:

NUEVO REALISMO ECUATORIANO

Miguel Donoso Pareja

“La alcoba de los patojos, de Pablo Yépez Maldonado (Ibarra, 1958), es otra novela del estribo, es decir de las últimas de esta puesta al día transitoria. Fue segunda de la bienal del género en 1993 (ha tardado ocho años en publicarse, lo que habla de lo ‘estimulante’ que es escribir en nuestro medio), después de Y no abras la ventana todavía, de Sonia Manzano, certamen de cuyo jurado fueron parte dos escritores de la más profesionales y calificados, Salvador Garmendia y José Balza, ambos venezolanos.

Su autor logra darnos en ella una reflexión profunda –no exenta de un humor ácido que se burla de todo (‘menos del hombre’ aclara el personaje protagónico)- sobre el amor y la sexualidad (tal vez obsesiva y repetitiva esta línea de su estructura temática, lo que atenta contra los bellos acercamientos a lo erótico que contiene la historia), la literatura, la militancia, el país (de los patojos), la frustración, la soledad, la vida literaria y artística de los años 80, le mediocridad, la proliferación de los talleres y grupos literarios, las privatizaciones (van a privatizar hasta las bibliotecas públicas), el partido, la desolación de la izquierda tras la caída del mundo del Este, la Historia, la Independencia (Quito, Luz de América ‘antes de que se inventara la electricidad’), el desconcierto, y el pobre Sucre ‘más devaluado y empolvado que el realismo socialista, esperando que lo eleven a mariscal de las monedas, a dólar por lo menos, para alabanza y gloria de su nombre y de los banqueros’. A pesar de tratar estos temas, La alcoba de los patojos no cae en lo panfletario, ni siquiera en lo declamatorio, de lo que se salva por el humor y el recurso de colocar las partes discursivas como notas de pie de página.

A más de todo esto, puede leerse chismográficamente: hay personajes reconocibles, lo que podría aumentar su localismo, por un lado, y el interés de los lectores parroquiales, por el otro. Sin embargo, y esto es bueno porque la salva del folklore local, la novela se lee muy bien sin necesidad de las identificaciones.”


RECONSTRUCCIÓN METÁLICA

Para quienes creían que una poética del desencanto vendría a instaurarse en el país, este libro convoca a una reconstrucción metálica del oficio del poeta. Poesía demoledora; poesía meta-social; poesía militante con la vida (no necesariamente con la política), en donde la ironía, la crítica corrosiva, contra lo inhumano del mundo contemporáneo, configuran un texto creativo, lleno de ritmo, intensidad y fuerza.

Un lenguaje accionado por la catapulta intuitiva y sensible del poeta comprometido con su oficio. Más solidaridad, más compromiso poético con las pequeñas revoluciones cotidianas, nos demanda Pablo Yépez Maldonado, una de las voces más originales de la lírica actual en el Ecuador, en este poemario que obtuvo el Primer Premio en la Trienal de Poesía de Cuenca, en 1993.


Un texto


TOCA PIANO
DUENDE DE LA MAGIA

Pablo Yépez Maldonado


Estas ganas de sentirme tierra húmero
o corazón pentafónico
de ponerme zapatos para repasar mis dudas
desayunar la gravedad de mis escritos
o satisfacer con el índice
la necesidad de airear mi esternón
y mis costillas
subir a los buses
y servirme un gran poema de vallejo
guardarlo debajo de mi seriedad postiza
y secretamente humedecer mi miopía
caminar con la ternura sobre urnas y ceniceros
comprar una lámpara el aceite
y depositar su llama en el vértice de mis dos brazos
expropiar un cuento a los propietarios de la tristeza
y la caspa
y el silencio que adormece sus cerebros
fumar el último cigarrillo apretando tus manos
descoser el peldaño
que me hace dirigente de pulgas y sueños terrenales
material para encofrar el cielo
gusano y fumigador de estrellas


soy una araña balanceándose en el invisible hilo
que separa y suelda
lo
re
vo
lu
cionario
ac
re
lo
porque bien puede gloriarse
este revólver en puntillas
de entorpecer las relaciones humanas
o los contactos con los otros espacios
o las penas con las cuales juego en mis versos
o las críticas que aplico con todo celo
a mis flacos personajes


el individuo que se queda banca o principio o dogma
el espacio que es repetición y repartición
los sueños que son canas y más trabajo
el inicio una tarde la cama el beso y vos pedazo de ilusión
o cortecadete
o la sotana y sus asfaltos
la lavandera y sus tres aguas
la masa de juguete para estructurar teoría rompope
o ensayo
el sudor que por el miedo me descubre enfermo y paralizado
la muerte que me rodea como un viejo amigo
la risa el polvo la pequeña gana de ser escritor
con teléfono en los despachos del partido
comité pro
comité para
comité cuando
comité ahora
ahora cuando los rastros de los bombarderos están a veinte yardas tierra
cuando la huella es una diáspora caminando de espaldas para creer que regresa
un niño con diez frios círculos desubicándose en el dato
a la carga
dónde y porqué
dónde se esconde la palanca para derribar el tiempo
o los esquemas dónde el borrador para temer la vida y sus sensuales huesos
dónde la escoba para derretir el cometa que nos dejó estáticos
dónde la luna con sus enormes gafas azules para almorzar la fe
donde vos y tus enormes ojos verdes para desanudar la inercia
dónde yo y mis terrenales ganas de morir haciendo lo justo
o lo preciso o lo generoso o lo que se acostumbra en estos casos
y qué de mi miedo a quedarme solo y sin voz
y sin vos
dónde el panorama y su cementerio
el espejo que pueda reflejarme en el reverso del universo
dónde la razón para desordenar el pequeño ciclo que
conduce a la nada
la perinola que navega en los charcos para destemplar el frio
dónde la raya los billusos
la prima desafiando la curiosidad
dónde comienza el mito y sus ganas de animarlo todo
dónde mi imaginación y la angustia
el cerco con el cual se juega en la concha enorme del deseo
el vidrio y la sábana con que cobijé mis ganas de cambiar
o la mordaza para los gritos de los muertos dónde
la humanidad que pulula en los barrios pobres
y la necesidad del silencio
o la criminal acción del cuchillo atravesando la garganta y
sus vocales
o la prostituta y su vagina cargando todos los pecados del mundo
dónde la ternura del intelectual que cubre su pobreza
con el harapo de teorías peregrinas
dónde la mano que destruya
que nos ponga a producir la historia con otra servilleta


toca piano
partido de la imaginación
amor escrito en los ásperos molinos del tiempo
toca piano duende de la magia.

POEMA CON DOS PUNTAS DE UNA ESTRELLA


Por vos
llegué a esto
tambaleándome por los tensos andamios del cosmos
vestido con luces del costillar humano
con tímpanos de lo efímero
como la muerte
por vos
encontré la cicatriz que se forma en el viento
y su signo
la luna de neón
y la mujer de sonido metálico
la estrecha sonrisa del horizonte
-imágenes encontradas al azar
en una funda de trapos viejos-
lo hermoso de una botella
incendiaria
las desiguales formas con las que golpea el agua
en las telas extendidas de la imaginación
las luces
y los inviernos de papel
los éxodos voluntarios
la oportunidad de estar vivos
y con ojos como reos de culpabilidad
por la tierna fuerza que se refugia
a la izquierda del corazón
por los márgenes clausurados
por la rutina que se descorcha cuando apareces
y de la nada fabricas
lo helechos emplumados para el amor
por la curva demasiado pronunciada
de la noche
o el estigma de la angustia
en nuestros pechos
por la lucha que damos
al ritmo
de estos espumosos
cuerpos.


de RECONSTRUCCIÓN METÁLICA, 1.995

NATURALEZA MUERTA

Vuela embrión de caracol
vuela debajo de la axila de cristal
incrústate crustáceo en el ombligo molido
corcovea como golpe astral
vuela para aprisionar el cielo
vuela con la rabia diluida
con la tenacidad del árbol que cae permanentemente

Hay una historia trabada en las bisagras
en las coyunturas óseas de la memoria
el corazón bate e hincha los canales
la sombra se desliza del personaje
corazón maldito y gitanero
corazón bimotor cuasi hidráulico
muere el cuerpo y rebrota el tiempo
ah manecilla terca que va cobrando sueños
muere ventilador rojo y plúmbeo
con el carbón atado al fuego y sus cenizas
un gato ha comido tus sombras con gran apetito
no hay ejercicio capaz de reptar
de arañar la tierra como la serpiente
con el sueño exorbitante de los poros
de los elegidos
dos axilas se mezclan con lubricidad
cartón cromado
alma trepadora
rojo reloj entorchado en marcas y figuras
pared entera para fabricar muertos y graffitis
si no escapo de la aldea
me comeré sus calles sus cloacas y sus putas
digeriré sus grandes edificios empotrados en el cielo
sus relampagueantes historias de héroes y manos partidas
de columpios sin bancos argollas o cadenas
que los anclen en el viento
si no huyo dibujaré mis pies en el asfalto
descolgaré sus campanas ciegas
para que se desplacen en las ondas magnéticas
de las radios
si no logro escapar derretiré al sol en una sartén
para freír mi ansia mi locura
mi deseo reprimido por tanto bus por tanto silencio
descubriré que la muerte es el lado más humano de la vida
la vida un pasatiempo certero para endulzar el tiempo
el tiempo un hueco en la razón
la razón un abecedario desteñido en la cabeza
la cabeza un artículo de lujo en una biblioteca
la biblioteca un arsenal de palabras para habitar la tierra
la tierra una malla metálica para biodegradar las células
las células muertas de hambre
las células catafalcos vacíos de vidrio y luz
y movimiento en círculo en el mismo terreno
en la misma y llana posición de desposeído
de nihilista a tiempo completo
a través de escenarios y lugares serios
a través de la muerte como posición histriónica
como reflujo
de las mismas voces porque después de todo
la vida es una puesta en escena
de los inventarios de huesos
de los litros de plasma
de los archivos de neuronas
de los viejos y desgarbados sueños
de los mismos y entumecidos poros
que me hicieron volar al principio
de esta naturaleza muerta.

VER SI ON


Por un absoluto y extraño poder
el agua se desliza y las piedras
quedan como su vestigio y su rastro
el viento se convierte en sonido maderable
mientras las hormigas impulsan la tierra
con su paso permanente
los huesos sirven para cercar
los sueños
las cigarras desgarran la luna
en mil pedazos
y hacen crecer la lluvia y la magia
los oídos calculan la humedad
y se mueven asustados de tanta quietud
el tiempo no existe
más
que en círculos vegetales
y el sol evapora capas
descascarando la piel de estos poemas
hay una extraña sombra
que se acuesta y resbala
hay una convulsión gitana de colores
que se posa
sobre pequeñas estrellas de cristal
hay vidrios iridiscentes que reflejan
a la noche como una enagua de monja misionera
y su olor se extiende sobre la hierba
y enerva y encabrita
e impulsa a los hombres
a construir palacios de cristal con hojas secas
y sus hijos maman
melones lechosos y brillantes
apretando sus piernas en las caderas
bejucosas
de sus madres
hay un tiempo que se extrae de las plantas
y dimensiona pasados
y proyecta miedos
y lanza sus saetas de algodón vegetal
para herir de muerte a un avión
de colores
que se posó sobre una rama
y enormes dientes trituran lodazales
en búsqueda de la carne y
árboles gigantescos con cimientos superficiales
y ríos que matan la sed y las hojas
que cubren como parasoles y la muerte
que extraña de tanta vida
se despierta en cada ojo alucinado
los sonidos se columpian en su fábrica verde
los chinicuros
las cocuyas
las huanganas y sajinos
copulan en esa alfombra verde
tejida hace diez mil ceros
debajo de cada piedra un espíritu
en cada raíz habita su causa
en cada carnada está su presa
debajo del sol está la sombra
en cada gota de agua viene su brisa
su vapor y su semilla
su proporción de algas aluviales
su porción de hielo y su roca
en cada paso está demarcado su planta
su pie y su esfuerzo
su estructura calcinada en las microondas
cósmicas
cada rama tiene su poblador y su reverso
cada habitante su destino y su incierto
la hoja de papel escrita por los ríos
cada fuego que se extingue
su urna cineraria
su pasado
cada vulva su olor y su visitante
cada tiempo su estación y su insecto
cada vuelo tiene su dueño y pretexto
cada palabra su límite y fantasía
la perfecta estructura de lo que aún no es
y su ciclo
y el fonema que lo designa
es una contingencia
y su juego aleatorio
cada quien posee su mundo
y su nada
su vida.

Tena, octubre, 1992


RUTINA URBANA II


Tus sueños y los míos hace tiempo que duermen juntos
se conocieron una tarde violeta y fría
en la ruleta del azar y sobre la sábana de césped
tu cuerpo y el mío ya no recorren
los andamios falsos de esta ciudad atormentada
sus falos de vidrio y aluminio
construidos para poseer al viento a dios y a la luz
tus pies se dirigen hacia las esquinas más iluminadas
los míos buscan los charcos y las rockolas
de esta ciudad extraña
mezcla apurada de barro hormigón armado y tejas españolas.

Nuevamente tendremos que recoger la cal de nuestros sueños
inventarnos nuevos graffitis para pintarlos
en las destar­taladas sábanas del deseo
reconstruiremos paso a paso los mismos errores
con distintos per­sonajes
haremos esfuerzos para desalojar promesas
metas no cumplidas facturas amarillentas
desayunos fríos de tanto alzar la voz
desnudaremos nuevas escenas con los mismos cansados cuerpos
y pediremos un antojo bajo la luz de leche de la luna
para creer que hemos vuelto a renacer
pero nunca más nos crecerán las alas
ni se nos caerán los dientes
solo la rutina pasa a sus anchas en esta casa
donde los rincones tienen sus secretas historias
y los calcetines ya saben por dónde caminar
para que no crujan las tablas
ni se rompan los cristales
de esta casa
que nunca fue nuestra.

Tus sueños y los míos
despiertan en la misma almohada
y caminan con muletas por distintas calles.


MUERTE EN EL PAPEL
DE LOS DESEOS



Muerte blanca de papel
muerte tornasol y azucarada
muerte encaramada en los andamios
y recubierta por un cielo gris pastel
bajo la manga de los fotógrafos
en el balance de los economistas
sobre el conventillo de los desocupados
y a la esquina de la misma historia
muerte de paletó y corbata negra
muerte alucinante como la sangre de los guillotinados
muerte de cal y maleficio
de primera plana y sonrisa congelada
muerte del reloj atrapado en el concreto
y -la posibilidad de soñar-
muerta también
muerte de los sonidos en los subterráneos
en los trípodes de los muralistas de fachadas
muerte en la garganta que no replica
ni define al mar porque no conoce su sentido
muerte en martes por qué no
o en julio
-bonito mes-
para un entierro
muerte en silencio y apoplejía
de cadáveres con ritmo en los videos
que los vuelve tangibles
en las portadas.

La muerte
en su democracia divina y engominada
posa su pie sobre la historia
a pesar de
la sal de los espantos
el vino de las cofradías
el sudor de las vírgenes
el placer de los epicúreos
el juego alado de los niños
y la sangre fría de los cirujanos.

Los días no terminan de acostumbrarse
a mi garganta
ni a tu sexo
ni a tus senos
en este hueco para la ternura y su presagio
para el contagio y su estampida
sus falsas expectativas
yo sé
con certeza que la muerte
anda con zancos en esta cama
y en la de cualquier mortal
que pinte el placer
como un poseso.

martes, 23 de octubre de 2007

ALFONSO CHÁVEZ JARA


Nace en Villa La Unión, provincia de Chimborazo, el 5 de diciembre de 1956. De amplia actividad cultural. Comienza a distinguirse desde el colegio en calidad de dirigente estudiantil. Participa en varios eventos culturales a nivel local y nacional obteniendo triunfos para su colegio el Maldonado. Luego en Quito, como estudiante de Jurisprudencia se destaca en la organización de movimientos culturales. Su poesía es reconocida y sigue cosechando lauros. Funda y dirige su propia Editorial "VIVAVIDA", cuya selección de poesías apareció con gran suceso, causando revuelo a nivel nacional e internacional.

Alfonso Chávez tuvo una amplia experiencia en la creación, redacción, publicación y difusión de obras literarias. Sus experiencias en las revistas "La Pequeña Lulupa", "Diablo Huma" y "Pedrada Zurda" atestiguan su trabajo. Ha animado talleres de literatura. Ha participado en recitales en diferentes ciudades del país y de Colombia.

Su producción ha merecido comentarios favorables de críticos nacionales y extranjeros que califican a la poesía de Chávez como un fustigamiento a la conciencia, a la creación y a la situación social imperante. Atrevido en la creación y el manejo del lenguaje.

Pero hay más en Alfonso Chávez, una visión para dinamizar los procesos culturales y democratizar la cultura, llevándola a todos los niveles sociales, por eso su temprana muerte el 12 de noviembre de 1992, causa una frustración colectiva en la comunidad cultural del ecuador. Es Alfonso Chávez precisamente el suscitador del Taller de Literatura Sacapuntas que daría origen a la revista del mismo nombre.

Ha publicado: “Canto de Vuelo Firme”, “Inquilina Noche”, “La Medianoche Sacude la Memoria” y los libros póstumos “Instantes” y “Tanta vida y jamás”.


De Canto de Vuelo Firme, 1979


POEMA PARA EL FUEGO
DE UNA FE

Pescador de alegrías,
centinela terrestre,
¿en qué buenmozo puerto
anclaste tu esperanza?,
¿qué ola peregrina
se traga tus anhelos?
espera...
ya seremos violines
imponiendo el compás
cuando lleguen combates,
y te armes por el pan
y arrojemos tus redes necesarias.

¡Ah!
entonces,
un sol impronunciable
navegará en nuestro mar

hacia la orilla.

MI VIEJO HUÉSPED

Va un corcel desnudo entre las pajas,
su trote es lento,
sus pupilas negras,
lleva en su trote el recuerdo vago
de cien batallas
que inútilmente dio a su propio tiempo;
sus cascos pisaron ilusiones,
enredaron flores,
hicieron alambradas
que pusieron triste su morada;
los minutos pasan
y a su ritmo-
trote-
lento
se pierde el corcel oscuro entre las pajas.

El astro que anuncia su retorno,
pinta su cielo semioscuro
y el corcel aparece desnudo,
sacude su piel roja,
bota el sueño,
y,
a la luz del cielo se preve
que todavía le queda hilo en su carrete,
su trote es menos lento,
más marcado.

Trota,
trota,
páramo arriba,
la caballada no lo espera,
de súbito,
-como al llegar invierno
retornan golondrinas-
se ve en la llanura
la mirada de la caballada
dando la bienvenida al viejo huésped;
sin vacilar,
se acerca
busca el olvido de las cien batallas.

Viene el ejército vestido de pajas,
nuestro corcel comanda las escuadras,
confiado va delante,
sabe el triunfo,
sus cascos van pisando firme,
luego de esta batalla,
a lo mejor quede bella su morada,
si no,
llamará a todos
a reencontrar la vida.


JUGLAR

I

Puede ser que juntando
huiragchuro y tambor
nos salga un canto nuestro,
canto de vuelo firme,
abierto al pecho;
mas,
sucede que andamos acechados
y el canto no nos sale
a voz en cuello,
entonces,
aprendemos a descifrar signos,
a no besar
los besos con los labios
aunque los besos viven
y cada quien comprende
a ciencia cierta,
la dimensión profunda
de un verdadero beso.

II

Aprendemos a saber
por quienes
rueda la rueda
y se empina el sueño,
por quienes se hablan,
clareando
las palabras,
se saludan los bosques,
se desmayan los ríos,
se agigantan,
tumulto a tumulto,
estas ganas inmensas
que nos nacen
de ser cantores
de hombres
vueltos grito,
de gritos
tornados verso.


CANTO AL
CAMPO COLORADO



Desciendo en mi potro
de poeta,
con la autoridad de una perdiz
en un trigal ganado,
para deciros,
piedras coloradas,
enamorados ponchos vigilantes,
que lo que estáis haciendo:
tomar vuestro derecho
así
de frente,
hace que la guitarra
se haga cuco,
o sol,
o enamorada,
rasgue el telón amargo
para mostrar lo fresco del pasado
y la añejada prenda
querida
del futuro.
Si así tomáis la vida,
¿cómo pensar que
el páramo está aullando
la ausencia de bocinas?,

¿cómo no galopar a vuestro mismo ritmo?

Mirad,
reventando al sol los pensamientos,
escuchad los gritos
de alegría
de todos los costados.

Ahora sois 10.000,
diez mil
tiernos compadres
buscando en las raíces
su propia identidad.
Diez
mil pequeños
en gigante
mano agitadora
erigidos;
mañana,
quizá,
y por la mañana,
amaneceréis lanzando albazos,
danzando lanzas,
machetes,
azadones,
y los gorriones
nacerán de vuestras bocas
como un intrépido
¡carajo!
¡carajo!

de vuestra propia
obra.


REQUIEM POR UN RECUERDO


Me hace mal
la mañana en que estoy muerto,
en que en mi mar,
se acuestan a dormir
las barbas ilusorias
del ayer azabache,
o cuando ancla un lamento,
un suspiro en mi muelle de paz
por ya no verte,
entonces,
en traje de campaña,
me quiebro las espadas
y me nace volverte,
regresarte.

Nunca habrá humedad
de encanto en la mejilla.

A veces,
el canoso recuerdo
tornase tempranero
y,
ya en sus postreras layas,
saca a relucir
su impúdica nariz:

entonces es cuando
la resistencia en posición

de ¡firmes!,

enfila dardos
y aquí,
aquí me quedo,
amplia la sonrisa,
la mano presta,
pronta la sangre.


CELADOR


Amo al volcán
por su afición a incendio,

y al agua
serpenteada golondrina
que
acaricia la gruta de mi paz.

Así el volcán en guerra
o
el agua,
roncadora cristalina,
dormida leona en lago,
van como el día:

crepusculando
cuanto esté de fiesta,
tiñéndome de auroras
los lamentos.

Estoy en guerra
con mi antigua paz,
estoy en paz
con mi presente guerra

y quiero ser
un guerrero vigilante
de la paz nueva,
paz reconquistada.


PRINCIPIO



Antes
de que nos crezcan
las pestañas,
solo fuimos la sombra
de una esperanza suelta
o fuimos
el problema anudado
de un pañuelo
empapado de amor
o de remordimiento.

Después
con las palabras
fuimos amaneciendo intentos
intenciones,
inciertamente
fuimos sabiendo vernos
con amor o dolor
en un caballo de palo
regalado.


AUSENCIA


Amanzanillado de caricias
pende en mi destino
ese campo tuyo,
ese paisaje verde
—tu recuerdo—
en donde

haciendo el amor
en plena guerra,

no pudimos
bajar de tu vientre
un hijo,
una caracola,
una mariposa
que abrigue con sus alas
nuestras únicas vidas.


CARTA ACLARATORIA


Este sensato gusano que navega mis sienes, este pequeño salvaje que se mueve en mi pecho hasta morir en movimiento eterno, este cuchillo que crece, crece y crece, este peso pesado de mi alma que se llama “razón para quererte”: no lo encontré como un manantial inmenso en tu retina, no, no ha nacido en tus ojos tan comunes como canes de calle en calle, como gatos nocturnos, tan corrientes como capulíes; tampoco fueron tus manos generales, tus pies simples, tus piernas de carne —porque las hay de hierro, de espuma, de carbón—, no, no ha sido tu figura la que hizo que se abra, así como desierto de bosques sustanciosos, mi corazón de antiguo aventurero.

No fue tu voz, amada, la chispa que encendió mi corazón —caracol que creí muerto—. Fue tu manera de plantear la vida, las cosas de la vida, tu sencillo furor ante la infamia, tu cántaro fecundo es tu actitud, esa es la clave, la que hizo tornarme chiquitito y buscar en tu acento mi palabra.

Por eso amada, al hijo que has de darme, ánclale en tus sentencias, en tu recato justo; pero, sobre y ante todo, enséñale tu suma de factores para que, niño, adolescente, hombre universal, suministre mil rumbos.


De Inquilina Noche, 1983
(fragmentos)


La nochura
Ha venido a gitanearme,
A recorrer chasquidos
hueco adentro
Del pecho,
Me trajo tristes trazos,
ausencias acuosas,
Luego pendió
de un cielo forjado
De aguijones o cerdas
y se perdió
Habiéndome dejado
Un día diablo total

Gemelo mío.

Vino
El Vino
Sin que el Pan
Panee:
Llego torrente
A cancionar
Mis trotes.
Paladar
Apaleado
Fresquecido
Vino, vino
Mi Vino:

¡Bienvenido Vino!!.




Bala
Mi concubina
Por mi vida:
No encuentra un tal vez esperanzado
Agarra sus dos trenzas
Y piensa -cabizbaja-
Quien sabe que el recuerdo
Arrase mi morada
O se more en mi raso
Aquel cuerdo;
Tantea la cebada
Sus ojos vuelan
Huracán arriba
Derribando ventiscos pedantescos,
Pedacitos de brizna:
Se tropiezan con una luz
Que le apalea:
NUNCAAAaaaa.....





A pie
Juntillas Voy
y valgo
Por la muerte
Que me acosa;
Cada esquina Nos cuesta
Tempestades.
Adentro Galladas de Viringos
Son porque han nacido:
Solamente Torean
y Tienen un cedazo
Donde ciernen: Palabras-pensamiento
O
Exigencia frontal para Humanarse;
Quedan humeando, Ofreciendo su
piel o baratija
Al postor o pastor
Que
Prestidigita;
Después Dirán a un coro,
De mí: Murió
De nacimiento




Soy el torrente
Póstumo
De mi primer encuentro
Con tu blusa
esta travesía
De estos 100 submarinos
Que hurgarán tus
Recuerdos para siempre
tu almoHada encendiendo
Esos sueños en prados
Que nos robó la vida
Soy tu tarde de niebla
Junto a la ventana
Que hace temblar tus labios
Con mi nombre
el trino que llega con el
Sol a despertarte
Para seguir soñando
tus días de
Hambruna arranchando son Risas
A las horas.



Primo pájaro, caminante,
¿en busca de qué Sur afilaste tus pasos?;
recuerdo tu rostro
entunicado de soles
que te golpearon la piel
y las costumbres;
te confieso:
me dispongo a volar
de mi desgracia,
a elevar mi tul
y mis muñecas
a una agua sin pólvora,
a impregnarme en una mariposa,
a ser su ala,
su pasto
o su remanso;
ya me voy, te confieso:
viajero inasequible,
seré tu viento,
tu árbol para la sombra
o el espejo en que mires
los tatuajes del mundo.




No digas a la gente
que conociste una vieja
de 12 años;
o una niña
en busca de un clavel
para su muerte.
Anda, camina
camina
caminante;
no pienses
que a un paso de tu vida
hay mil muertes
y cuando des un paso
hacia la muerte,
camina, no te aquietes,
camina,
primo,
pájaro.
caminante.


De, La Medianoche Sacude la Memoria, 1989


CONTRACURVA O TEORÍA PARA SABER
LA MUTABILIDAD DE LOS INSTANTES



no quiso decir su nombre
no quiso que mi voz desafíe
a la Sinfónica de Viena
con una melodía
calibre 22

se escurrió por aquel bosque de hambres de la Avenida

se alejó la imposible sin remendar
con su sola insolencia

las siempre averiadas computadoras del solsticio

era de ver su paso
como envolver
en papel celofán todos los rayos
láser
en un cuarto
de pliego
era
como que poseía
en los pezones
los interruptores
para apagar
el día

era como una tromba
versátil su sonrisa
compuesta de jardines infernales
para el arrebato de los instintos

sus ojos
sin mirada
objeto de titánicas
hazañas de levantamientos armados y asonadas
reverberaron los segundos
de cualquier pendular pudor

era una pelirroja
admonitiva que no quiso
ni decir su nombre.


LATE LA MUERTE EN LOS RINCONES
MÁS INSÓLITOS


los ríos tosen semanas agrias

acosa el aserrín en los corredores
de los hospitales
-sus partículas son el único objeto
para el estudio de la Ética-

las nubes menstrúan bólidos verdes
por la autopista de Indianápolis

las piedras ladran lombrices cúbicas
cuyo sitio perfecto es la ventana

los perros copulan sólidas ampollas de miasma
para el desconsuelo de los decanos

las calles nos acarician
con sobrias culebras de aluminio
-el momento más dulce
nos abrirán los pechos-

los ríos tosen semanas agrias.

Del libro póstumo Instantes, 1999

AMANTES

Trizar nuestros espejosRomper las copas con los labiosde mármol que aparecencada ocasión amarga
Agarrarnos por dentrocreándonos edades ante la ficciónque desafía desde la realidad
Envenenar los ojosEnsangrentar el aire
Ensayar con palabras de ácidouna pena culposa hasta gotear espesoun río por el rostro
Fumarnos la pipa de la guerraasistir al azote impunede nuestros corazones
Danzar salina, quedamentealrededor de los cadáveres
Ser pilotos de una navesin brújula y destino
Aladear la tristezaaferrados a un retazo de vidaque pretenden dejarnos
Estallar el airecon voltajes que nos sacudendesde nuestras penas
Tachar un nombre queridode nuestras libretas porque síporque ha muerto.
INSTANTE (4)
No encuentra razón para ponerse alegreel preso liberadosabe que las rejas tienen ese extraño poderde cambiar de forma y continente
Mastica las últimas briznasmientras camina al abismoque le espera con un sobrio asesinatonacido de sus manossin voluntadni sueños.
INSTANTE (5)
El sueño de las carabelassube por los peldaños turbios (es la muerte)responde del interiorun bosque de fogatasamasando el metalcomo quien vence al tiempo (es el recuerdo)
El mar concuerdacon los cascos picoteando la tierrahacia el crepitante vacíoque se agitaráen el arrepentimiento(es el absurdo).
Avanza firme con las floresimplacable en los sueñosdel jinete

HISTORIA CON PARAGUAS
Acomete los flancoscon sabiduría.
Bordea los símbolosinsistentementesin llegar a la esencia.
Practica el malabarismoconsustancial a las formasde su tiempo vacío.
Deja la vida en el gestode las gigantes estatuas de salque construye con provechoy sonríecuando la lluviavuelve líquidos flujossus sueños de grandeza.
INSTANTE (9)
Busca los recuerdosen los contornos de la nochecomo el pilotoque perdió los controlesen la tormenta.Hay en sus ojosuna mezcla de sólido fuegoy caricias inconclusas;más allá:el agujero negrode la muerte.
INSTANTE (10)
Con los pies invisiblescamina por el aireNo tiene la crudezade un alud crepitanteque habrá de sepultarnosjunto a nuestras esperas.
Tampoco es un alburla piel que tanto quieroni los ojos hechizos cavilantesentre la inocencia y el deseo.
Livianacon las potestadesen el voltaje más alto,camina por el airellamándome,llamándome.