martes, 23 de octubre de 2007

ALFONSO CHÁVEZ JARA


Nace en Villa La Unión, provincia de Chimborazo, el 5 de diciembre de 1956. De amplia actividad cultural. Comienza a distinguirse desde el colegio en calidad de dirigente estudiantil. Participa en varios eventos culturales a nivel local y nacional obteniendo triunfos para su colegio el Maldonado. Luego en Quito, como estudiante de Jurisprudencia se destaca en la organización de movimientos culturales. Su poesía es reconocida y sigue cosechando lauros. Funda y dirige su propia Editorial "VIVAVIDA", cuya selección de poesías apareció con gran suceso, causando revuelo a nivel nacional e internacional.

Alfonso Chávez tuvo una amplia experiencia en la creación, redacción, publicación y difusión de obras literarias. Sus experiencias en las revistas "La Pequeña Lulupa", "Diablo Huma" y "Pedrada Zurda" atestiguan su trabajo. Ha animado talleres de literatura. Ha participado en recitales en diferentes ciudades del país y de Colombia.

Su producción ha merecido comentarios favorables de críticos nacionales y extranjeros que califican a la poesía de Chávez como un fustigamiento a la conciencia, a la creación y a la situación social imperante. Atrevido en la creación y el manejo del lenguaje.

Pero hay más en Alfonso Chávez, una visión para dinamizar los procesos culturales y democratizar la cultura, llevándola a todos los niveles sociales, por eso su temprana muerte el 12 de noviembre de 1992, causa una frustración colectiva en la comunidad cultural del ecuador. Es Alfonso Chávez precisamente el suscitador del Taller de Literatura Sacapuntas que daría origen a la revista del mismo nombre.

Ha publicado: “Canto de Vuelo Firme”, “Inquilina Noche”, “La Medianoche Sacude la Memoria” y los libros póstumos “Instantes” y “Tanta vida y jamás”.


De Canto de Vuelo Firme, 1979


POEMA PARA EL FUEGO
DE UNA FE

Pescador de alegrías,
centinela terrestre,
¿en qué buenmozo puerto
anclaste tu esperanza?,
¿qué ola peregrina
se traga tus anhelos?
espera...
ya seremos violines
imponiendo el compás
cuando lleguen combates,
y te armes por el pan
y arrojemos tus redes necesarias.

¡Ah!
entonces,
un sol impronunciable
navegará en nuestro mar

hacia la orilla.

MI VIEJO HUÉSPED

Va un corcel desnudo entre las pajas,
su trote es lento,
sus pupilas negras,
lleva en su trote el recuerdo vago
de cien batallas
que inútilmente dio a su propio tiempo;
sus cascos pisaron ilusiones,
enredaron flores,
hicieron alambradas
que pusieron triste su morada;
los minutos pasan
y a su ritmo-
trote-
lento
se pierde el corcel oscuro entre las pajas.

El astro que anuncia su retorno,
pinta su cielo semioscuro
y el corcel aparece desnudo,
sacude su piel roja,
bota el sueño,
y,
a la luz del cielo se preve
que todavía le queda hilo en su carrete,
su trote es menos lento,
más marcado.

Trota,
trota,
páramo arriba,
la caballada no lo espera,
de súbito,
-como al llegar invierno
retornan golondrinas-
se ve en la llanura
la mirada de la caballada
dando la bienvenida al viejo huésped;
sin vacilar,
se acerca
busca el olvido de las cien batallas.

Viene el ejército vestido de pajas,
nuestro corcel comanda las escuadras,
confiado va delante,
sabe el triunfo,
sus cascos van pisando firme,
luego de esta batalla,
a lo mejor quede bella su morada,
si no,
llamará a todos
a reencontrar la vida.


JUGLAR

I

Puede ser que juntando
huiragchuro y tambor
nos salga un canto nuestro,
canto de vuelo firme,
abierto al pecho;
mas,
sucede que andamos acechados
y el canto no nos sale
a voz en cuello,
entonces,
aprendemos a descifrar signos,
a no besar
los besos con los labios
aunque los besos viven
y cada quien comprende
a ciencia cierta,
la dimensión profunda
de un verdadero beso.

II

Aprendemos a saber
por quienes
rueda la rueda
y se empina el sueño,
por quienes se hablan,
clareando
las palabras,
se saludan los bosques,
se desmayan los ríos,
se agigantan,
tumulto a tumulto,
estas ganas inmensas
que nos nacen
de ser cantores
de hombres
vueltos grito,
de gritos
tornados verso.


CANTO AL
CAMPO COLORADO



Desciendo en mi potro
de poeta,
con la autoridad de una perdiz
en un trigal ganado,
para deciros,
piedras coloradas,
enamorados ponchos vigilantes,
que lo que estáis haciendo:
tomar vuestro derecho
así
de frente,
hace que la guitarra
se haga cuco,
o sol,
o enamorada,
rasgue el telón amargo
para mostrar lo fresco del pasado
y la añejada prenda
querida
del futuro.
Si así tomáis la vida,
¿cómo pensar que
el páramo está aullando
la ausencia de bocinas?,

¿cómo no galopar a vuestro mismo ritmo?

Mirad,
reventando al sol los pensamientos,
escuchad los gritos
de alegría
de todos los costados.

Ahora sois 10.000,
diez mil
tiernos compadres
buscando en las raíces
su propia identidad.
Diez
mil pequeños
en gigante
mano agitadora
erigidos;
mañana,
quizá,
y por la mañana,
amaneceréis lanzando albazos,
danzando lanzas,
machetes,
azadones,
y los gorriones
nacerán de vuestras bocas
como un intrépido
¡carajo!
¡carajo!

de vuestra propia
obra.


REQUIEM POR UN RECUERDO


Me hace mal
la mañana en que estoy muerto,
en que en mi mar,
se acuestan a dormir
las barbas ilusorias
del ayer azabache,
o cuando ancla un lamento,
un suspiro en mi muelle de paz
por ya no verte,
entonces,
en traje de campaña,
me quiebro las espadas
y me nace volverte,
regresarte.

Nunca habrá humedad
de encanto en la mejilla.

A veces,
el canoso recuerdo
tornase tempranero
y,
ya en sus postreras layas,
saca a relucir
su impúdica nariz:

entonces es cuando
la resistencia en posición

de ¡firmes!,

enfila dardos
y aquí,
aquí me quedo,
amplia la sonrisa,
la mano presta,
pronta la sangre.


CELADOR


Amo al volcán
por su afición a incendio,

y al agua
serpenteada golondrina
que
acaricia la gruta de mi paz.

Así el volcán en guerra
o
el agua,
roncadora cristalina,
dormida leona en lago,
van como el día:

crepusculando
cuanto esté de fiesta,
tiñéndome de auroras
los lamentos.

Estoy en guerra
con mi antigua paz,
estoy en paz
con mi presente guerra

y quiero ser
un guerrero vigilante
de la paz nueva,
paz reconquistada.


PRINCIPIO



Antes
de que nos crezcan
las pestañas,
solo fuimos la sombra
de una esperanza suelta
o fuimos
el problema anudado
de un pañuelo
empapado de amor
o de remordimiento.

Después
con las palabras
fuimos amaneciendo intentos
intenciones,
inciertamente
fuimos sabiendo vernos
con amor o dolor
en un caballo de palo
regalado.


AUSENCIA


Amanzanillado de caricias
pende en mi destino
ese campo tuyo,
ese paisaje verde
—tu recuerdo—
en donde

haciendo el amor
en plena guerra,

no pudimos
bajar de tu vientre
un hijo,
una caracola,
una mariposa
que abrigue con sus alas
nuestras únicas vidas.


CARTA ACLARATORIA


Este sensato gusano que navega mis sienes, este pequeño salvaje que se mueve en mi pecho hasta morir en movimiento eterno, este cuchillo que crece, crece y crece, este peso pesado de mi alma que se llama “razón para quererte”: no lo encontré como un manantial inmenso en tu retina, no, no ha nacido en tus ojos tan comunes como canes de calle en calle, como gatos nocturnos, tan corrientes como capulíes; tampoco fueron tus manos generales, tus pies simples, tus piernas de carne —porque las hay de hierro, de espuma, de carbón—, no, no ha sido tu figura la que hizo que se abra, así como desierto de bosques sustanciosos, mi corazón de antiguo aventurero.

No fue tu voz, amada, la chispa que encendió mi corazón —caracol que creí muerto—. Fue tu manera de plantear la vida, las cosas de la vida, tu sencillo furor ante la infamia, tu cántaro fecundo es tu actitud, esa es la clave, la que hizo tornarme chiquitito y buscar en tu acento mi palabra.

Por eso amada, al hijo que has de darme, ánclale en tus sentencias, en tu recato justo; pero, sobre y ante todo, enséñale tu suma de factores para que, niño, adolescente, hombre universal, suministre mil rumbos.


De Inquilina Noche, 1983
(fragmentos)


La nochura
Ha venido a gitanearme,
A recorrer chasquidos
hueco adentro
Del pecho,
Me trajo tristes trazos,
ausencias acuosas,
Luego pendió
de un cielo forjado
De aguijones o cerdas
y se perdió
Habiéndome dejado
Un día diablo total

Gemelo mío.

Vino
El Vino
Sin que el Pan
Panee:
Llego torrente
A cancionar
Mis trotes.
Paladar
Apaleado
Fresquecido
Vino, vino
Mi Vino:

¡Bienvenido Vino!!.




Bala
Mi concubina
Por mi vida:
No encuentra un tal vez esperanzado
Agarra sus dos trenzas
Y piensa -cabizbaja-
Quien sabe que el recuerdo
Arrase mi morada
O se more en mi raso
Aquel cuerdo;
Tantea la cebada
Sus ojos vuelan
Huracán arriba
Derribando ventiscos pedantescos,
Pedacitos de brizna:
Se tropiezan con una luz
Que le apalea:
NUNCAAAaaaa.....





A pie
Juntillas Voy
y valgo
Por la muerte
Que me acosa;
Cada esquina Nos cuesta
Tempestades.
Adentro Galladas de Viringos
Son porque han nacido:
Solamente Torean
y Tienen un cedazo
Donde ciernen: Palabras-pensamiento
O
Exigencia frontal para Humanarse;
Quedan humeando, Ofreciendo su
piel o baratija
Al postor o pastor
Que
Prestidigita;
Después Dirán a un coro,
De mí: Murió
De nacimiento




Soy el torrente
Póstumo
De mi primer encuentro
Con tu blusa
esta travesía
De estos 100 submarinos
Que hurgarán tus
Recuerdos para siempre
tu almoHada encendiendo
Esos sueños en prados
Que nos robó la vida
Soy tu tarde de niebla
Junto a la ventana
Que hace temblar tus labios
Con mi nombre
el trino que llega con el
Sol a despertarte
Para seguir soñando
tus días de
Hambruna arranchando son Risas
A las horas.



Primo pájaro, caminante,
¿en busca de qué Sur afilaste tus pasos?;
recuerdo tu rostro
entunicado de soles
que te golpearon la piel
y las costumbres;
te confieso:
me dispongo a volar
de mi desgracia,
a elevar mi tul
y mis muñecas
a una agua sin pólvora,
a impregnarme en una mariposa,
a ser su ala,
su pasto
o su remanso;
ya me voy, te confieso:
viajero inasequible,
seré tu viento,
tu árbol para la sombra
o el espejo en que mires
los tatuajes del mundo.




No digas a la gente
que conociste una vieja
de 12 años;
o una niña
en busca de un clavel
para su muerte.
Anda, camina
camina
caminante;
no pienses
que a un paso de tu vida
hay mil muertes
y cuando des un paso
hacia la muerte,
camina, no te aquietes,
camina,
primo,
pájaro.
caminante.


De, La Medianoche Sacude la Memoria, 1989


CONTRACURVA O TEORÍA PARA SABER
LA MUTABILIDAD DE LOS INSTANTES



no quiso decir su nombre
no quiso que mi voz desafíe
a la Sinfónica de Viena
con una melodía
calibre 22

se escurrió por aquel bosque de hambres de la Avenida

se alejó la imposible sin remendar
con su sola insolencia

las siempre averiadas computadoras del solsticio

era de ver su paso
como envolver
en papel celofán todos los rayos
láser
en un cuarto
de pliego
era
como que poseía
en los pezones
los interruptores
para apagar
el día

era como una tromba
versátil su sonrisa
compuesta de jardines infernales
para el arrebato de los instintos

sus ojos
sin mirada
objeto de titánicas
hazañas de levantamientos armados y asonadas
reverberaron los segundos
de cualquier pendular pudor

era una pelirroja
admonitiva que no quiso
ni decir su nombre.


LATE LA MUERTE EN LOS RINCONES
MÁS INSÓLITOS


los ríos tosen semanas agrias

acosa el aserrín en los corredores
de los hospitales
-sus partículas son el único objeto
para el estudio de la Ética-

las nubes menstrúan bólidos verdes
por la autopista de Indianápolis

las piedras ladran lombrices cúbicas
cuyo sitio perfecto es la ventana

los perros copulan sólidas ampollas de miasma
para el desconsuelo de los decanos

las calles nos acarician
con sobrias culebras de aluminio
-el momento más dulce
nos abrirán los pechos-

los ríos tosen semanas agrias.

Del libro póstumo Instantes, 1999

AMANTES

Trizar nuestros espejosRomper las copas con los labiosde mármol que aparecencada ocasión amarga
Agarrarnos por dentrocreándonos edades ante la ficciónque desafía desde la realidad
Envenenar los ojosEnsangrentar el aire
Ensayar con palabras de ácidouna pena culposa hasta gotear espesoun río por el rostro
Fumarnos la pipa de la guerraasistir al azote impunede nuestros corazones
Danzar salina, quedamentealrededor de los cadáveres
Ser pilotos de una navesin brújula y destino
Aladear la tristezaaferrados a un retazo de vidaque pretenden dejarnos
Estallar el airecon voltajes que nos sacudendesde nuestras penas
Tachar un nombre queridode nuestras libretas porque síporque ha muerto.
INSTANTE (4)
No encuentra razón para ponerse alegreel preso liberadosabe que las rejas tienen ese extraño poderde cambiar de forma y continente
Mastica las últimas briznasmientras camina al abismoque le espera con un sobrio asesinatonacido de sus manossin voluntadni sueños.
INSTANTE (5)
El sueño de las carabelassube por los peldaños turbios (es la muerte)responde del interiorun bosque de fogatasamasando el metalcomo quien vence al tiempo (es el recuerdo)
El mar concuerdacon los cascos picoteando la tierrahacia el crepitante vacíoque se agitaráen el arrepentimiento(es el absurdo).
Avanza firme con las floresimplacable en los sueñosdel jinete

HISTORIA CON PARAGUAS
Acomete los flancoscon sabiduría.
Bordea los símbolosinsistentementesin llegar a la esencia.
Practica el malabarismoconsustancial a las formasde su tiempo vacío.
Deja la vida en el gestode las gigantes estatuas de salque construye con provechoy sonríecuando la lluviavuelve líquidos flujossus sueños de grandeza.
INSTANTE (9)
Busca los recuerdosen los contornos de la nochecomo el pilotoque perdió los controlesen la tormenta.Hay en sus ojosuna mezcla de sólido fuegoy caricias inconclusas;más allá:el agujero negrode la muerte.
INSTANTE (10)
Con los pies invisiblescamina por el aireNo tiene la crudezade un alud crepitanteque habrá de sepultarnosjunto a nuestras esperas.
Tampoco es un alburla piel que tanto quieroni los ojos hechizos cavilantesentre la inocencia y el deseo.
Livianacon las potestadesen el voltaje más alto,camina por el airellamándome,llamándome.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el señor alfonso chavez es exelencia clave en la tematica poetica inversa y confusa.el que marco una tralla en mi memoria,el que inicio la cupula en mi cabeza,arrancondome del puto seso la estupida locura,de las que algunos llaman cordura!!!!!

Anónimo dijo...

alfonso es una persona con un talento impresionante. es una persona ejemplar y unica.
:)