sábado, 27 de octubre de 2007

NELSON VILLACÍS


Gabriel Cisneros Abedrabbo


Nelson Villacís (Ibarra, 1969).Dirige el taller de literatura “Página Zero” en la ciudad de Ibarra, su tenacidad poética le permite romper los esquemas y construir planetas de letras en el ritual del ser, el creador construye en los colores, en los olores esotéricos de su misticismo. Él salta, multiplica grafías en las que la poesía se construye desde un estilo propio

Las formas, las texturas y el fuego de la poesía de Nelson Villacís, no deben ser descritos en una critica un poco fría, deben ser descubiertos en el acto de amor que el lector y el poeta mantienen en la sobrevivencia del texto; así que les invito a que se integren al sueño del poeta y que transmuten los actos en el tercer elemento del arte; porque para mí la lectura de un texto la contemplación de una obra de arte u otros entraña un dialogo entre el creador y el espectador y de este diálogo, como fruto de una armonizar de fuerzas distintas surge la valoración personal del bien artístico y eso es lo realmente importante porque desde nuestra individualidad asimilamos, construimos y recreamos el arte.



Ha publicado los libros:
Ungüentos para adelgazar una flor (Poesía)
Con más amor que ego (Ensayo)
Eva, Ebriedad y Enigma (Poesía)
Tartamundo (Poesía)
Tartamundo (Obra poético teatral y body painting)


SELECCIÓN POÉTICA:

Ecuador es un país extraño. Tiene el gobierno en Quito,
la administración en EE.UU. y la población en España

MIGRANTE
Echa de menos la tierra de las primicias
donde desnudaste el primer arcano de tu amante ardiente.
Echa de menos el fresco llamado
de la ortiga en la mañana
y el brezo beodo con que exhalaste el polvo.

Hoy que has transitado leguas bermejas
y llevas los brazos tullidos por el sueño.
Echa de menos el camastro de tu patria
y llora por ser huérfano a los sones de la carne
los que alguna vez hasta espinaron tus oídos.

Echa de menos al perro
con sus cortos ladridos
al negligente Domingo en que te aburrías
al doble puñetazo con que maldecías
en la mesa, la sopa que hoy extrañas.
Echen de menos mujeres, heterosexuales
hombres y travestis de madera
y ojalá su tricolor falda y chaqueta
nunca sirvan para almidonar
el estrépito de más de quinientos truenos
con que nos demolió la vieja bruja de la Madre Patria
que antes nos encadenó en nuestra propia casa
y hoy nos fragmenta en casa ajena.

DIOS DEL ADIOS .

Dióscuro Dios nevado
adiós lengua muerta de ceguera.

Dios bañando el teclado de los senos del cielo
adiós adivino sin arcanos.

Dios dorso de faquir A pie descalzo por los vidrios
adiós memoria desdicha lagrimera de los párpados.

Dios del uno y uno separados
adiós separación ya no te amo.

AUTOATENTADO
¿Cómo diablos negar la tozuda vinagrera
que me provoca la memoria
ser una sanguijuela piromaníaca del recuerdo
y un agorero puñal del olvido?

¡ Maldita sea !
No más zancadillas para el tropiezo
ni sonrisa estúpida y efímera .
Quiero adquirir un libro a destiempo
de esos que no merezcan ser leídos.

Maldita obsesión de hematoma con la caricia
menester de labio atado a la metáfora
alucinación de ternura con el sustantivo.

Quiero doparme de verbos y adjetivos
romper con el poniente pronombre y el artículo
y en conjunción zodiacal
censura los ovos canela de mis pupilas
para ciego a las huellas de otro
persuadir al lenguaje del misterio
que me autorice morir en paz y descrédulo
siendo amado, no entendido.

EPITAFIO
Las blancas nubes trotan
por el vasto azul del cielo
Un acongojado imbécil ensarta las manos
en los bolsillos de su pantalón gris y ciego

Un niño niveo y de piernas chuecas
se rasca las testes al disimulo
en tanto
los vehículos cabalgan por el asfalto de la avenida

Los árboles frotan sus palmas con el viento
mareados con las fábricas que eructan
smog en las esquinas

La muerte emigra
de esta cosmetología de moscas
atrapadas por el paladar de los deshechos

En esta fosa Tartamundo de ugres descalcificadas
la muerte es la que lacta
porque la vida padece amnesia compulsiva.


SOLO ZODIACAL.
¿Se escribe por ignorancia o por costumbre?
La letra es un ángel gótico
que desde el sepulcro seduce
a las almohadas de Morfeo con esponja y algodón.
La palabra vacila como el insurrecto
antes de emprender la huida
es una kábala ofrendada para asumir un reto.

El silencio es el pedestal del ayuno
el síndrome de down a veces
o el Dalai Lama en el Tíbet
meditando el loto de su sueño.
El silencio es el asteroide enigma del deseo.
Caifás hostiga a Cristo.
La macrobiótica se declara en huelga de hambre
contra el óxido carnívoro.
Los dinosaurios no son más que ratoncillos.
¿El escritor es un mago de Oz
o un simple semántico esclavo?
¿El poeta es un hijo de Dios
o un hijo de puta?
No sé.
Cuanto escribo es
para confidenciar silencios
al baúl de la deidad
o del apocalipsis ciénego.

MERCADO DE VALORES
Todos somos hombres y mujeres de negocios
Diners, Visa, Master- Card
Rolex, Daimler-chrysler
Chanel number five.
Todo es negocio
El breakfast, la banana split
los culos en Argentina la piel canela en Brasil
Todo es negociable
El cambio de color de ojos y pelo
Estampitas de Alá ,Lao Tsé, Buda
Confucio, Jesucristo
Examen de orina y heces en el laboratorio clínico
Todo ha sido negociado
Los señores del Peyote
las estrellas de Holllywood
las gorditas de Botero
las mascotas con pedigrí
Las amas de casa, el café
y el helado ron con pasas.
Todo al servicio del negocio
La marca de ropa
los seres en pelotas
las falsas noticias
el boom del rock and roll
La realidad de la vida
el mito de la muerte
Los diuréticos, el vaivén de anos
al servicio del papel higiénico
Cuando las acciones bajan los oportunistas suben
los que supuestamente trabajan
inspiran los versos
de los que como yo supuestamente no trabajan
¡ Oh my God !
Todo de negocia
Hijos de proveta, hijos proxenetas
Laxantes, cortes de pelo y preservativos
Dioses absolutos Dioses relativos
El Hábeas Corpus, la cadena perpetua
La European Cup, la copa América
La página web consulta obligatoria
de los ciberwevonautas
Los libros de poesía, el ascenso en la oficina
Maradona y Pelé reyes del puntapié
Pamela Anderson y su par de tetas
Todos somos hombres y mujeres de negocios
Todos somos hombres y mujeres de mierda
Todo se negocia
Yo, tú, él, ella
La nicotina y la botella
Y aunque el despertador suena
casi nadie despierta


¿ ?

¿ Qué sabe la mosca golosa
de la letra arábiga ?
¿ El semen de los Esquimales
vendrá en cubitos de hielo ?
¿ Beberán los arcángeles
del ébano pecho de Dios padre ?
Y Dios hijo vomitará en los ascensores ?

El espíritu es un albañil desamparado
que busca sus zapatos
en la catedral de los murmullos.

La estatua dominguea
ruegos limosneros de rodillas
en un mundo agujero negro
que delira patas arriba.

SOLSTICIO DEL MERCADO

La navidad eructa sus lacónicas limosnas
y coloca ojeras de elefante
en el ojo del bolsillo de los ciegos.

De tanta publicidad
guarecemos tontos
mientras el recién nacido en rasa paja
no puede oponerse a la corruptela de bonos y presentes
donde las almas se regalan su propio infierno.

Jesús
no soy de los que te delatan
tampoco de los que de rodillas te sobornan
pero toma en cuenta
que si el humano nació sordo
no necesita de orejas
si nació sin manos en el corazón
¡ que demonios hace con esas uñas hincadas en la extorsión !
Si nació con pies
para que lleva puesto patines de ambición.

LIBRO EN ÉXTASIS

Un libro abierto en vitrina es como una prostituta,
se manosea y vende por unas cuantas monedas truncas.
A un libro los doctos le clasifican por materia,
sin saber que muerde y besa lo que la mente infecta.

Estas engañado querido lector,
si piensas que un libro te arreglará la vida;
no es medicina, ni curandero,
porque ese no es su oficio.

Ingenuo mortal. Por favor,
jamás cites las frases de un gran autor en tu epitafio,
déjalo que viva entre los vivos,
que quién escribe nunca está muerto.

Un libro es ignorado o transferido en vicio
Un libro es un soñador desvalijado;
muerto de hambre se gana el pan
a tesón del sudor de la letra en cada día.

Un libro no es propiedad de odiosos intelectuales;
pero tampoco edecán de mediocres,
supuestamente originales.
Un libro no es monógamo o polígamo;
es puerta abierta, no moraleja,
porque nadie sabe a ciencia cierta
sus íntimos secretos.

Un libro empastado, engomado o cosido
en edición de lujo o baratija, da lo mismo.

Un libro santo o pervertido,
disfruta la libertad
de ser o no ser leído.

PIE DE PÁGINA

Uno no sabe lo que sigue
nisiquiera una nota a pie de página
dichosos los árboles que jamás prodigan
a donde desplazan sus ramas.
A veces el ígneo oro enluce las fachadas
otras el heno sosiega
boquiabierto de sed y ocio.

Uno apuesta la vida
anudando o desatando
y en el lago del ojo ajeno
zurce barro en las aguas.
Uno hecha humo de rabia
o con boca preñada de elíxir
blasfema una plegaria.
Uno asciende peldaños o desmiente barricadas.
Uno olvida y recuerda
al que ama y al que increpa.
Mas cuando la piel padece de arrugas
y el pelo tose sus canas
cuan gracioso es descubrir:
que sabiondo de quimeras
y erudito entre ignorantes.
Al fin de cuentas.
Uno no sabe nada.


ANDA POEMA Y CALLA.

¿ A quién le importa
la manija desigual, la hora exacta
cuando se trata de declarar
el amor, la ira o el llanto ?

¿ Quién proclama su interés en boca ajena
cuando el beso le sabe a sal o diente de ajo ?

¿ De qué sirven las Homilías
cuando tienes la fe hecha grietas ?

¿ De cuánto puede servir una hornilla
si no existe alimento que se cueza ?

¿ De qué sirven estas estúpidas palabras
si lo que imploro es silencio en cada página ?

A los poetas Beat…
UNDERGROUND
Etéreos trovadores del Hachís
vagabundos subterráneos del metro
alucinantes viajeros del caleidoscopio
que centellaron sus pasos
bajo la procacidad del suburbio
de la Gran Manzana y San Francisco.

Faquires de la palabra punzante
demonios de la resurrección copulatoria
ebrios, yogas
coreógrafos de la amalgama Beat.
Canonizo su flaca educación
para con los señores fatuos
elegantes pobres diablos del sistema.
Condecoro su rebelde verbo con la presea
de la vena erecta que hinchó la lírica garganta
de los falsos profetas.

Elevo una oración insubordinada
para que los gnomos y arcángeles
humanicen sus milagros hacia ustedes.

Ginsberg Burroughs Kerouac y Corso
más allá de la muerte nos veremos
tras la hijueputa explosión
de un brebaje de semen en la vasta boca del cielo.

LA CALLE.

...Los que pasan, los que pesan,
los que no saben donde pisan.

La calle es una trampa pasarela
de glúteos con pedigrí
y pechos con etiqueta.
Hay semáforos colorados
que dejan autos y transeúntes erectos y grietas.
Hay gente que encuentra la llave;
pero no sabe de que puerta.

La calle está llena de pelones, de teñidos
de gente con más de un arete en la misma oreja,
de pulseras y pulmones con polución hasta las cejas.

Hay quienes piden té
y se los bebe una cerveza.
Hay niños que aman las flores
y solo pueden venderlas,
paradójico proverbio
de poner precio a lo que aprecias.
En la calle se ríe y llora
con la misma fuerza y viceversa.
Hay riqueza en granos de arena
y toneladas en una playa de miseria.


La calle yerra atiborrada de envidiosos que insultan
e hipócritas que adulan y se saludan,
de delincuentes con sala VIP
y roba espejos de vereda;
de los que manejan grandes marcas y empresas
que atropellan su consciencia.

La calle enciende luces con cuerpos bellos
para iluminar a los espíritus feos.

La calle deleita, asusta, atrapa.
La calle anochece y despierta
y si se busca no se encuentra.

La calle va de perlas o de mierda.

EL INDOMABLE.

Befas y elfos me lapidan
con inaudita letra gótica
en la pizarra de la vida
¿Quién piensa en degollar
entre paréntesis mis sombras?
¿Quién hierve mi esperma y hornea
mi lengua de liebre en un purgatorio de arrabales?

Cuando la ciénaga muerte salga a buscarme
hallará que mi risa de arrayán y piel
ha domado el párpado de su espíritu
enloqueciendo la bruta bruma
de arduos laberintos manuscritos.

GABRIEL CISNEROS ABEDRABBO

Dos de diciembre de 1972, habitante de un mundo donde los cuestionamientos transgreden al yo creador y se propagan en versos, en cantos, en ritos donde las sensaciones emigran al lector y se radican en él.

Poeta de la generación posterior al pos desencanto, su trabajo es serio y constante: en 1992, obtiene el premio provincial de poesía joven “Alfonso Chávez Jara”; en el 2003 y en el 2005 gana el Segundo Lugar en el Concurso Provincial de Poesía, convocado por el H. Consejo Provincial de Chimborazo.

Ha publicado “Ceremonias de amor y otros rituales” 1996 (Casa de la Cultura de Chimborazo), “Ego de piel” y “Cópula panteísta” 2003 (Ed. Pedagógica “Freire”), “El otro Dios que soy Yo” y “Ombligo al infierno” 2004 (Ed. Pedagógica “Freire”) y “Mujeres para Morir” 2005 (Ed. Pedagógica “Freire”), “Peregrinaje y Raptos” 2006 (Ed. Pedagógica “Freire”). Además en antologías, revistas y periódicos dentro como fuera del país. Actualmente se encuentra trabajando en el poemario “Poemas para ahorcarse.

El creador también ha incursionado en la crítica artística en varios medios de comunicación social como diario “El espectador” (1999 – 2000), la Revista dominical Panorama de Diario Regional los “Andes” (2001 –2002), actualmente colabora con la revista “Vida a Colores” de diario “La Prensa” en donde esta encargado de la difusión y comentario de aquellos cultores de las distintas artes.

Lo más importante en Gabriel Cisneros es que no existe un divorcio entre el poema y el poeta, los dos son uno en la dualidad, que parte de la vida misma del escritor.

CHUQUIRAGUA

No me han extirpado
tus pétalos,
ni he perdido tus geografías
en silencios light
de una modernidad
llorando ausencias.

Tus danzas susurran
en nosotros,
en los yo de cada segundo
que respiran tu nombre
letra a letra.

CAÍDA

Aléjate demonia
con tus flores de marihuana
incrustándose en la ausencia,
con tus soledades soñando saltos de
hembra sola…

REALIDAD

Dentro de la cacofonía
mi diablo sueña mujeres.

ENGAÑO

Necesito fornicar en el silencio de la noche
para que entiendan que te amo.

SOLEDAD

A uno le capan en silencio
en una campana rota por la costumbre
de niños sin escuela para caer . . .


DICTADURA


¿Cómo a uno le matan
los ángeles que un día creyó amar…?

¿Cómo a uno le friccionan
los muertos que se fueron sin mirarnos…?

LULAS UPANAS

Secuestran su cordura entre los mármoles,
entre el sexo de eunucos dioses
sin mañana

MUJER DE NADIE…

Amor de todos,
te haría mundo en mi piel
sin espejismos,
sin sal en los desiertos
de la noche.

Poema piel
me haría sibarita de tus labios
por ser duda y holocausto
de los lebreles
que bullen en mis venas.

Mujer de soles blancos
Mujer de fuego
tus ternuras a veces callan
con desquicios de epidermis ebrias.

Mujer de nadie
si tú no vuelas
puedo ser sol en tus crepúsculos
NO SÉ

El día suda mujeres agónicas;
todos los cantos escapan
en la rayuela sonámbula,
degollada a media luz.

Que veloz saltas el manicomio,
ya no tengo más danzas;
mi hembra de papel
para hipotecar trenes.

Ya no me cantas
mi sueño se ahorca
entre mujeres frígidas
y hombres de lata.

Me has olvidado
y ya no soy cura
en tu diezmo prometido
en tu éxodo inconcluso

Qué es el sexo,
que soy ahora,
los mutis de tu país extinto.

ME HABLAN DE TI

Extraños escarabajos
se filtran desde tu ausencia.

Ya no eres pétalo
en la posibilidad
de derrumbar los muros,
sustancia andina;
eres la certeza
de ecos compartidos,
sin embargo
llueven kilómetros
en nuestra premura .

Los besos se santiguan
ya sin credo y
la piel se abandona
en el mensaje apagado
de una máquina
que me habla de ti.

QUÉ ABANDONADO ME TIENES. . .

Las libélulas
cuando callas
saltan en mí
a tu piel:
escapulario de
besos aún no compartidos.

Sabiendo que te derrites en mi paila
no puedo invitarte al fuego
… planchadas las horas se
pierden en la memoria

Crisálida de todos lo espacios
callas en la levedad de mi piel
eres igual que la religión
poema embotellado
en una máquina que nos separa
mi amor callado
mi caricias de calles abandonadas
se desgranan entre el frío
de una pantalla.

Salto desde tu seno dormido
a una báscula de voces militantes
de ecos antiguaos
opio en nuestra noche

KAMIKAZE


Te rompes el himen en esdrújulas inútiles,
te lanzas sobre un mundo de porcelana
que no huele tus fronteras
de planeta bullendo acantilados.

Te estrellas en cuerpo inútil
sabiendo que has muerto en vano.


SIN TENER NADA

Alguna vez, salte el muro, amé en los burdeles, fui libre en los suicidios de mujeres que escapaban de dioses falsos, sude una hembra que no existía, dance entre parias en noches sin luna y sin cielo.

Hoy que las catedrales se derrumban en las cruces que no plante, que extraña nostalgia me rompe la felicidad que alguna a vez tuve sin tener nada.


Espero que este texto les ropa y les zurza los espacios en donde sea necesario

¿ACASO?

Me podrás matar,
desde la sonrisa de tus miedos,
desde tu sexo envuelto
en la lengua del prójimo

¿Me podrás matar sicaria
ahora que quiero morir?

INCESTO

El incesto de nuestros sexos
inventa el croar de extintos pájaros
quita las piedras de la piel
y riega nuestras hambres.

A veces nuestro tartaro
tiene más cantos
que apagados azules;
más urgencias y señales
que hipotecados abrazos.

Nuestro incesto, bruja,
es un mar de alacranes
aprendiendo a llorar.

jueves, 25 de octubre de 2007

PABLO YÉPEZ MALDONADO

Ibarra, 1958

Miembro fundador del Taller de literatura Matapiojo en los años 80; en la actualidad forma parte del equipo de investigación y redacción de la Revista Espacios y es miembro del Grupo editorial K-Oz. Ha coordinado varios talleres de creación literaria.

Obra literaria

“Con las manos en los bolsillos, poesía, 1989, “Deseábulos”, libro colectivo, 1992, “Reconstrucción metálica”, poesía, 1995, “Toca piano duende de la magia”, poesía, 1996, “La alcoba de los patojos”, novela, 2001

Premios

Primer premio en la Trienal de poesía “César Dávila Andrade”, 1993 con “Reconstrucción metálica”, Segundo premio en la Bienal de Novela, 1993, con “La alcoba de los patojos”

Comentarios:

NUEVO REALISMO ECUATORIANO

Miguel Donoso Pareja

“La alcoba de los patojos, de Pablo Yépez Maldonado (Ibarra, 1958), es otra novela del estribo, es decir de las últimas de esta puesta al día transitoria. Fue segunda de la bienal del género en 1993 (ha tardado ocho años en publicarse, lo que habla de lo ‘estimulante’ que es escribir en nuestro medio), después de Y no abras la ventana todavía, de Sonia Manzano, certamen de cuyo jurado fueron parte dos escritores de la más profesionales y calificados, Salvador Garmendia y José Balza, ambos venezolanos.

Su autor logra darnos en ella una reflexión profunda –no exenta de un humor ácido que se burla de todo (‘menos del hombre’ aclara el personaje protagónico)- sobre el amor y la sexualidad (tal vez obsesiva y repetitiva esta línea de su estructura temática, lo que atenta contra los bellos acercamientos a lo erótico que contiene la historia), la literatura, la militancia, el país (de los patojos), la frustración, la soledad, la vida literaria y artística de los años 80, le mediocridad, la proliferación de los talleres y grupos literarios, las privatizaciones (van a privatizar hasta las bibliotecas públicas), el partido, la desolación de la izquierda tras la caída del mundo del Este, la Historia, la Independencia (Quito, Luz de América ‘antes de que se inventara la electricidad’), el desconcierto, y el pobre Sucre ‘más devaluado y empolvado que el realismo socialista, esperando que lo eleven a mariscal de las monedas, a dólar por lo menos, para alabanza y gloria de su nombre y de los banqueros’. A pesar de tratar estos temas, La alcoba de los patojos no cae en lo panfletario, ni siquiera en lo declamatorio, de lo que se salva por el humor y el recurso de colocar las partes discursivas como notas de pie de página.

A más de todo esto, puede leerse chismográficamente: hay personajes reconocibles, lo que podría aumentar su localismo, por un lado, y el interés de los lectores parroquiales, por el otro. Sin embargo, y esto es bueno porque la salva del folklore local, la novela se lee muy bien sin necesidad de las identificaciones.”


RECONSTRUCCIÓN METÁLICA

Para quienes creían que una poética del desencanto vendría a instaurarse en el país, este libro convoca a una reconstrucción metálica del oficio del poeta. Poesía demoledora; poesía meta-social; poesía militante con la vida (no necesariamente con la política), en donde la ironía, la crítica corrosiva, contra lo inhumano del mundo contemporáneo, configuran un texto creativo, lleno de ritmo, intensidad y fuerza.

Un lenguaje accionado por la catapulta intuitiva y sensible del poeta comprometido con su oficio. Más solidaridad, más compromiso poético con las pequeñas revoluciones cotidianas, nos demanda Pablo Yépez Maldonado, una de las voces más originales de la lírica actual en el Ecuador, en este poemario que obtuvo el Primer Premio en la Trienal de Poesía de Cuenca, en 1993.


Un texto


TOCA PIANO
DUENDE DE LA MAGIA

Pablo Yépez Maldonado


Estas ganas de sentirme tierra húmero
o corazón pentafónico
de ponerme zapatos para repasar mis dudas
desayunar la gravedad de mis escritos
o satisfacer con el índice
la necesidad de airear mi esternón
y mis costillas
subir a los buses
y servirme un gran poema de vallejo
guardarlo debajo de mi seriedad postiza
y secretamente humedecer mi miopía
caminar con la ternura sobre urnas y ceniceros
comprar una lámpara el aceite
y depositar su llama en el vértice de mis dos brazos
expropiar un cuento a los propietarios de la tristeza
y la caspa
y el silencio que adormece sus cerebros
fumar el último cigarrillo apretando tus manos
descoser el peldaño
que me hace dirigente de pulgas y sueños terrenales
material para encofrar el cielo
gusano y fumigador de estrellas


soy una araña balanceándose en el invisible hilo
que separa y suelda
lo
re
vo
lu
cionario
ac
re
lo
porque bien puede gloriarse
este revólver en puntillas
de entorpecer las relaciones humanas
o los contactos con los otros espacios
o las penas con las cuales juego en mis versos
o las críticas que aplico con todo celo
a mis flacos personajes


el individuo que se queda banca o principio o dogma
el espacio que es repetición y repartición
los sueños que son canas y más trabajo
el inicio una tarde la cama el beso y vos pedazo de ilusión
o cortecadete
o la sotana y sus asfaltos
la lavandera y sus tres aguas
la masa de juguete para estructurar teoría rompope
o ensayo
el sudor que por el miedo me descubre enfermo y paralizado
la muerte que me rodea como un viejo amigo
la risa el polvo la pequeña gana de ser escritor
con teléfono en los despachos del partido
comité pro
comité para
comité cuando
comité ahora
ahora cuando los rastros de los bombarderos están a veinte yardas tierra
cuando la huella es una diáspora caminando de espaldas para creer que regresa
un niño con diez frios círculos desubicándose en el dato
a la carga
dónde y porqué
dónde se esconde la palanca para derribar el tiempo
o los esquemas dónde el borrador para temer la vida y sus sensuales huesos
dónde la escoba para derretir el cometa que nos dejó estáticos
dónde la luna con sus enormes gafas azules para almorzar la fe
donde vos y tus enormes ojos verdes para desanudar la inercia
dónde yo y mis terrenales ganas de morir haciendo lo justo
o lo preciso o lo generoso o lo que se acostumbra en estos casos
y qué de mi miedo a quedarme solo y sin voz
y sin vos
dónde el panorama y su cementerio
el espejo que pueda reflejarme en el reverso del universo
dónde la razón para desordenar el pequeño ciclo que
conduce a la nada
la perinola que navega en los charcos para destemplar el frio
dónde la raya los billusos
la prima desafiando la curiosidad
dónde comienza el mito y sus ganas de animarlo todo
dónde mi imaginación y la angustia
el cerco con el cual se juega en la concha enorme del deseo
el vidrio y la sábana con que cobijé mis ganas de cambiar
o la mordaza para los gritos de los muertos dónde
la humanidad que pulula en los barrios pobres
y la necesidad del silencio
o la criminal acción del cuchillo atravesando la garganta y
sus vocales
o la prostituta y su vagina cargando todos los pecados del mundo
dónde la ternura del intelectual que cubre su pobreza
con el harapo de teorías peregrinas
dónde la mano que destruya
que nos ponga a producir la historia con otra servilleta


toca piano
partido de la imaginación
amor escrito en los ásperos molinos del tiempo
toca piano duende de la magia.

POEMA CON DOS PUNTAS DE UNA ESTRELLA


Por vos
llegué a esto
tambaleándome por los tensos andamios del cosmos
vestido con luces del costillar humano
con tímpanos de lo efímero
como la muerte
por vos
encontré la cicatriz que se forma en el viento
y su signo
la luna de neón
y la mujer de sonido metálico
la estrecha sonrisa del horizonte
-imágenes encontradas al azar
en una funda de trapos viejos-
lo hermoso de una botella
incendiaria
las desiguales formas con las que golpea el agua
en las telas extendidas de la imaginación
las luces
y los inviernos de papel
los éxodos voluntarios
la oportunidad de estar vivos
y con ojos como reos de culpabilidad
por la tierna fuerza que se refugia
a la izquierda del corazón
por los márgenes clausurados
por la rutina que se descorcha cuando apareces
y de la nada fabricas
lo helechos emplumados para el amor
por la curva demasiado pronunciada
de la noche
o el estigma de la angustia
en nuestros pechos
por la lucha que damos
al ritmo
de estos espumosos
cuerpos.


de RECONSTRUCCIÓN METÁLICA, 1.995

NATURALEZA MUERTA

Vuela embrión de caracol
vuela debajo de la axila de cristal
incrústate crustáceo en el ombligo molido
corcovea como golpe astral
vuela para aprisionar el cielo
vuela con la rabia diluida
con la tenacidad del árbol que cae permanentemente

Hay una historia trabada en las bisagras
en las coyunturas óseas de la memoria
el corazón bate e hincha los canales
la sombra se desliza del personaje
corazón maldito y gitanero
corazón bimotor cuasi hidráulico
muere el cuerpo y rebrota el tiempo
ah manecilla terca que va cobrando sueños
muere ventilador rojo y plúmbeo
con el carbón atado al fuego y sus cenizas
un gato ha comido tus sombras con gran apetito
no hay ejercicio capaz de reptar
de arañar la tierra como la serpiente
con el sueño exorbitante de los poros
de los elegidos
dos axilas se mezclan con lubricidad
cartón cromado
alma trepadora
rojo reloj entorchado en marcas y figuras
pared entera para fabricar muertos y graffitis
si no escapo de la aldea
me comeré sus calles sus cloacas y sus putas
digeriré sus grandes edificios empotrados en el cielo
sus relampagueantes historias de héroes y manos partidas
de columpios sin bancos argollas o cadenas
que los anclen en el viento
si no huyo dibujaré mis pies en el asfalto
descolgaré sus campanas ciegas
para que se desplacen en las ondas magnéticas
de las radios
si no logro escapar derretiré al sol en una sartén
para freír mi ansia mi locura
mi deseo reprimido por tanto bus por tanto silencio
descubriré que la muerte es el lado más humano de la vida
la vida un pasatiempo certero para endulzar el tiempo
el tiempo un hueco en la razón
la razón un abecedario desteñido en la cabeza
la cabeza un artículo de lujo en una biblioteca
la biblioteca un arsenal de palabras para habitar la tierra
la tierra una malla metálica para biodegradar las células
las células muertas de hambre
las células catafalcos vacíos de vidrio y luz
y movimiento en círculo en el mismo terreno
en la misma y llana posición de desposeído
de nihilista a tiempo completo
a través de escenarios y lugares serios
a través de la muerte como posición histriónica
como reflujo
de las mismas voces porque después de todo
la vida es una puesta en escena
de los inventarios de huesos
de los litros de plasma
de los archivos de neuronas
de los viejos y desgarbados sueños
de los mismos y entumecidos poros
que me hicieron volar al principio
de esta naturaleza muerta.

VER SI ON


Por un absoluto y extraño poder
el agua se desliza y las piedras
quedan como su vestigio y su rastro
el viento se convierte en sonido maderable
mientras las hormigas impulsan la tierra
con su paso permanente
los huesos sirven para cercar
los sueños
las cigarras desgarran la luna
en mil pedazos
y hacen crecer la lluvia y la magia
los oídos calculan la humedad
y se mueven asustados de tanta quietud
el tiempo no existe
más
que en círculos vegetales
y el sol evapora capas
descascarando la piel de estos poemas
hay una extraña sombra
que se acuesta y resbala
hay una convulsión gitana de colores
que se posa
sobre pequeñas estrellas de cristal
hay vidrios iridiscentes que reflejan
a la noche como una enagua de monja misionera
y su olor se extiende sobre la hierba
y enerva y encabrita
e impulsa a los hombres
a construir palacios de cristal con hojas secas
y sus hijos maman
melones lechosos y brillantes
apretando sus piernas en las caderas
bejucosas
de sus madres
hay un tiempo que se extrae de las plantas
y dimensiona pasados
y proyecta miedos
y lanza sus saetas de algodón vegetal
para herir de muerte a un avión
de colores
que se posó sobre una rama
y enormes dientes trituran lodazales
en búsqueda de la carne y
árboles gigantescos con cimientos superficiales
y ríos que matan la sed y las hojas
que cubren como parasoles y la muerte
que extraña de tanta vida
se despierta en cada ojo alucinado
los sonidos se columpian en su fábrica verde
los chinicuros
las cocuyas
las huanganas y sajinos
copulan en esa alfombra verde
tejida hace diez mil ceros
debajo de cada piedra un espíritu
en cada raíz habita su causa
en cada carnada está su presa
debajo del sol está la sombra
en cada gota de agua viene su brisa
su vapor y su semilla
su proporción de algas aluviales
su porción de hielo y su roca
en cada paso está demarcado su planta
su pie y su esfuerzo
su estructura calcinada en las microondas
cósmicas
cada rama tiene su poblador y su reverso
cada habitante su destino y su incierto
la hoja de papel escrita por los ríos
cada fuego que se extingue
su urna cineraria
su pasado
cada vulva su olor y su visitante
cada tiempo su estación y su insecto
cada vuelo tiene su dueño y pretexto
cada palabra su límite y fantasía
la perfecta estructura de lo que aún no es
y su ciclo
y el fonema que lo designa
es una contingencia
y su juego aleatorio
cada quien posee su mundo
y su nada
su vida.

Tena, octubre, 1992


RUTINA URBANA II


Tus sueños y los míos hace tiempo que duermen juntos
se conocieron una tarde violeta y fría
en la ruleta del azar y sobre la sábana de césped
tu cuerpo y el mío ya no recorren
los andamios falsos de esta ciudad atormentada
sus falos de vidrio y aluminio
construidos para poseer al viento a dios y a la luz
tus pies se dirigen hacia las esquinas más iluminadas
los míos buscan los charcos y las rockolas
de esta ciudad extraña
mezcla apurada de barro hormigón armado y tejas españolas.

Nuevamente tendremos que recoger la cal de nuestros sueños
inventarnos nuevos graffitis para pintarlos
en las destar­taladas sábanas del deseo
reconstruiremos paso a paso los mismos errores
con distintos per­sonajes
haremos esfuerzos para desalojar promesas
metas no cumplidas facturas amarillentas
desayunos fríos de tanto alzar la voz
desnudaremos nuevas escenas con los mismos cansados cuerpos
y pediremos un antojo bajo la luz de leche de la luna
para creer que hemos vuelto a renacer
pero nunca más nos crecerán las alas
ni se nos caerán los dientes
solo la rutina pasa a sus anchas en esta casa
donde los rincones tienen sus secretas historias
y los calcetines ya saben por dónde caminar
para que no crujan las tablas
ni se rompan los cristales
de esta casa
que nunca fue nuestra.

Tus sueños y los míos
despiertan en la misma almohada
y caminan con muletas por distintas calles.


MUERTE EN EL PAPEL
DE LOS DESEOS



Muerte blanca de papel
muerte tornasol y azucarada
muerte encaramada en los andamios
y recubierta por un cielo gris pastel
bajo la manga de los fotógrafos
en el balance de los economistas
sobre el conventillo de los desocupados
y a la esquina de la misma historia
muerte de paletó y corbata negra
muerte alucinante como la sangre de los guillotinados
muerte de cal y maleficio
de primera plana y sonrisa congelada
muerte del reloj atrapado en el concreto
y -la posibilidad de soñar-
muerta también
muerte de los sonidos en los subterráneos
en los trípodes de los muralistas de fachadas
muerte en la garganta que no replica
ni define al mar porque no conoce su sentido
muerte en martes por qué no
o en julio
-bonito mes-
para un entierro
muerte en silencio y apoplejía
de cadáveres con ritmo en los videos
que los vuelve tangibles
en las portadas.

La muerte
en su democracia divina y engominada
posa su pie sobre la historia
a pesar de
la sal de los espantos
el vino de las cofradías
el sudor de las vírgenes
el placer de los epicúreos
el juego alado de los niños
y la sangre fría de los cirujanos.

Los días no terminan de acostumbrarse
a mi garganta
ni a tu sexo
ni a tus senos
en este hueco para la ternura y su presagio
para el contagio y su estampida
sus falsas expectativas
yo sé
con certeza que la muerte
anda con zancos en esta cama
y en la de cualquier mortal
que pinte el placer
como un poseso.

martes, 23 de octubre de 2007

ALFONSO CHÁVEZ JARA


Nace en Villa La Unión, provincia de Chimborazo, el 5 de diciembre de 1956. De amplia actividad cultural. Comienza a distinguirse desde el colegio en calidad de dirigente estudiantil. Participa en varios eventos culturales a nivel local y nacional obteniendo triunfos para su colegio el Maldonado. Luego en Quito, como estudiante de Jurisprudencia se destaca en la organización de movimientos culturales. Su poesía es reconocida y sigue cosechando lauros. Funda y dirige su propia Editorial "VIVAVIDA", cuya selección de poesías apareció con gran suceso, causando revuelo a nivel nacional e internacional.

Alfonso Chávez tuvo una amplia experiencia en la creación, redacción, publicación y difusión de obras literarias. Sus experiencias en las revistas "La Pequeña Lulupa", "Diablo Huma" y "Pedrada Zurda" atestiguan su trabajo. Ha animado talleres de literatura. Ha participado en recitales en diferentes ciudades del país y de Colombia.

Su producción ha merecido comentarios favorables de críticos nacionales y extranjeros que califican a la poesía de Chávez como un fustigamiento a la conciencia, a la creación y a la situación social imperante. Atrevido en la creación y el manejo del lenguaje.

Pero hay más en Alfonso Chávez, una visión para dinamizar los procesos culturales y democratizar la cultura, llevándola a todos los niveles sociales, por eso su temprana muerte el 12 de noviembre de 1992, causa una frustración colectiva en la comunidad cultural del ecuador. Es Alfonso Chávez precisamente el suscitador del Taller de Literatura Sacapuntas que daría origen a la revista del mismo nombre.

Ha publicado: “Canto de Vuelo Firme”, “Inquilina Noche”, “La Medianoche Sacude la Memoria” y los libros póstumos “Instantes” y “Tanta vida y jamás”.


De Canto de Vuelo Firme, 1979


POEMA PARA EL FUEGO
DE UNA FE

Pescador de alegrías,
centinela terrestre,
¿en qué buenmozo puerto
anclaste tu esperanza?,
¿qué ola peregrina
se traga tus anhelos?
espera...
ya seremos violines
imponiendo el compás
cuando lleguen combates,
y te armes por el pan
y arrojemos tus redes necesarias.

¡Ah!
entonces,
un sol impronunciable
navegará en nuestro mar

hacia la orilla.

MI VIEJO HUÉSPED

Va un corcel desnudo entre las pajas,
su trote es lento,
sus pupilas negras,
lleva en su trote el recuerdo vago
de cien batallas
que inútilmente dio a su propio tiempo;
sus cascos pisaron ilusiones,
enredaron flores,
hicieron alambradas
que pusieron triste su morada;
los minutos pasan
y a su ritmo-
trote-
lento
se pierde el corcel oscuro entre las pajas.

El astro que anuncia su retorno,
pinta su cielo semioscuro
y el corcel aparece desnudo,
sacude su piel roja,
bota el sueño,
y,
a la luz del cielo se preve
que todavía le queda hilo en su carrete,
su trote es menos lento,
más marcado.

Trota,
trota,
páramo arriba,
la caballada no lo espera,
de súbito,
-como al llegar invierno
retornan golondrinas-
se ve en la llanura
la mirada de la caballada
dando la bienvenida al viejo huésped;
sin vacilar,
se acerca
busca el olvido de las cien batallas.

Viene el ejército vestido de pajas,
nuestro corcel comanda las escuadras,
confiado va delante,
sabe el triunfo,
sus cascos van pisando firme,
luego de esta batalla,
a lo mejor quede bella su morada,
si no,
llamará a todos
a reencontrar la vida.


JUGLAR

I

Puede ser que juntando
huiragchuro y tambor
nos salga un canto nuestro,
canto de vuelo firme,
abierto al pecho;
mas,
sucede que andamos acechados
y el canto no nos sale
a voz en cuello,
entonces,
aprendemos a descifrar signos,
a no besar
los besos con los labios
aunque los besos viven
y cada quien comprende
a ciencia cierta,
la dimensión profunda
de un verdadero beso.

II

Aprendemos a saber
por quienes
rueda la rueda
y se empina el sueño,
por quienes se hablan,
clareando
las palabras,
se saludan los bosques,
se desmayan los ríos,
se agigantan,
tumulto a tumulto,
estas ganas inmensas
que nos nacen
de ser cantores
de hombres
vueltos grito,
de gritos
tornados verso.


CANTO AL
CAMPO COLORADO



Desciendo en mi potro
de poeta,
con la autoridad de una perdiz
en un trigal ganado,
para deciros,
piedras coloradas,
enamorados ponchos vigilantes,
que lo que estáis haciendo:
tomar vuestro derecho
así
de frente,
hace que la guitarra
se haga cuco,
o sol,
o enamorada,
rasgue el telón amargo
para mostrar lo fresco del pasado
y la añejada prenda
querida
del futuro.
Si así tomáis la vida,
¿cómo pensar que
el páramo está aullando
la ausencia de bocinas?,

¿cómo no galopar a vuestro mismo ritmo?

Mirad,
reventando al sol los pensamientos,
escuchad los gritos
de alegría
de todos los costados.

Ahora sois 10.000,
diez mil
tiernos compadres
buscando en las raíces
su propia identidad.
Diez
mil pequeños
en gigante
mano agitadora
erigidos;
mañana,
quizá,
y por la mañana,
amaneceréis lanzando albazos,
danzando lanzas,
machetes,
azadones,
y los gorriones
nacerán de vuestras bocas
como un intrépido
¡carajo!
¡carajo!

de vuestra propia
obra.


REQUIEM POR UN RECUERDO


Me hace mal
la mañana en que estoy muerto,
en que en mi mar,
se acuestan a dormir
las barbas ilusorias
del ayer azabache,
o cuando ancla un lamento,
un suspiro en mi muelle de paz
por ya no verte,
entonces,
en traje de campaña,
me quiebro las espadas
y me nace volverte,
regresarte.

Nunca habrá humedad
de encanto en la mejilla.

A veces,
el canoso recuerdo
tornase tempranero
y,
ya en sus postreras layas,
saca a relucir
su impúdica nariz:

entonces es cuando
la resistencia en posición

de ¡firmes!,

enfila dardos
y aquí,
aquí me quedo,
amplia la sonrisa,
la mano presta,
pronta la sangre.


CELADOR


Amo al volcán
por su afición a incendio,

y al agua
serpenteada golondrina
que
acaricia la gruta de mi paz.

Así el volcán en guerra
o
el agua,
roncadora cristalina,
dormida leona en lago,
van como el día:

crepusculando
cuanto esté de fiesta,
tiñéndome de auroras
los lamentos.

Estoy en guerra
con mi antigua paz,
estoy en paz
con mi presente guerra

y quiero ser
un guerrero vigilante
de la paz nueva,
paz reconquistada.


PRINCIPIO



Antes
de que nos crezcan
las pestañas,
solo fuimos la sombra
de una esperanza suelta
o fuimos
el problema anudado
de un pañuelo
empapado de amor
o de remordimiento.

Después
con las palabras
fuimos amaneciendo intentos
intenciones,
inciertamente
fuimos sabiendo vernos
con amor o dolor
en un caballo de palo
regalado.


AUSENCIA


Amanzanillado de caricias
pende en mi destino
ese campo tuyo,
ese paisaje verde
—tu recuerdo—
en donde

haciendo el amor
en plena guerra,

no pudimos
bajar de tu vientre
un hijo,
una caracola,
una mariposa
que abrigue con sus alas
nuestras únicas vidas.


CARTA ACLARATORIA


Este sensato gusano que navega mis sienes, este pequeño salvaje que se mueve en mi pecho hasta morir en movimiento eterno, este cuchillo que crece, crece y crece, este peso pesado de mi alma que se llama “razón para quererte”: no lo encontré como un manantial inmenso en tu retina, no, no ha nacido en tus ojos tan comunes como canes de calle en calle, como gatos nocturnos, tan corrientes como capulíes; tampoco fueron tus manos generales, tus pies simples, tus piernas de carne —porque las hay de hierro, de espuma, de carbón—, no, no ha sido tu figura la que hizo que se abra, así como desierto de bosques sustanciosos, mi corazón de antiguo aventurero.

No fue tu voz, amada, la chispa que encendió mi corazón —caracol que creí muerto—. Fue tu manera de plantear la vida, las cosas de la vida, tu sencillo furor ante la infamia, tu cántaro fecundo es tu actitud, esa es la clave, la que hizo tornarme chiquitito y buscar en tu acento mi palabra.

Por eso amada, al hijo que has de darme, ánclale en tus sentencias, en tu recato justo; pero, sobre y ante todo, enséñale tu suma de factores para que, niño, adolescente, hombre universal, suministre mil rumbos.


De Inquilina Noche, 1983
(fragmentos)


La nochura
Ha venido a gitanearme,
A recorrer chasquidos
hueco adentro
Del pecho,
Me trajo tristes trazos,
ausencias acuosas,
Luego pendió
de un cielo forjado
De aguijones o cerdas
y se perdió
Habiéndome dejado
Un día diablo total

Gemelo mío.

Vino
El Vino
Sin que el Pan
Panee:
Llego torrente
A cancionar
Mis trotes.
Paladar
Apaleado
Fresquecido
Vino, vino
Mi Vino:

¡Bienvenido Vino!!.




Bala
Mi concubina
Por mi vida:
No encuentra un tal vez esperanzado
Agarra sus dos trenzas
Y piensa -cabizbaja-
Quien sabe que el recuerdo
Arrase mi morada
O se more en mi raso
Aquel cuerdo;
Tantea la cebada
Sus ojos vuelan
Huracán arriba
Derribando ventiscos pedantescos,
Pedacitos de brizna:
Se tropiezan con una luz
Que le apalea:
NUNCAAAaaaa.....





A pie
Juntillas Voy
y valgo
Por la muerte
Que me acosa;
Cada esquina Nos cuesta
Tempestades.
Adentro Galladas de Viringos
Son porque han nacido:
Solamente Torean
y Tienen un cedazo
Donde ciernen: Palabras-pensamiento
O
Exigencia frontal para Humanarse;
Quedan humeando, Ofreciendo su
piel o baratija
Al postor o pastor
Que
Prestidigita;
Después Dirán a un coro,
De mí: Murió
De nacimiento




Soy el torrente
Póstumo
De mi primer encuentro
Con tu blusa
esta travesía
De estos 100 submarinos
Que hurgarán tus
Recuerdos para siempre
tu almoHada encendiendo
Esos sueños en prados
Que nos robó la vida
Soy tu tarde de niebla
Junto a la ventana
Que hace temblar tus labios
Con mi nombre
el trino que llega con el
Sol a despertarte
Para seguir soñando
tus días de
Hambruna arranchando son Risas
A las horas.



Primo pájaro, caminante,
¿en busca de qué Sur afilaste tus pasos?;
recuerdo tu rostro
entunicado de soles
que te golpearon la piel
y las costumbres;
te confieso:
me dispongo a volar
de mi desgracia,
a elevar mi tul
y mis muñecas
a una agua sin pólvora,
a impregnarme en una mariposa,
a ser su ala,
su pasto
o su remanso;
ya me voy, te confieso:
viajero inasequible,
seré tu viento,
tu árbol para la sombra
o el espejo en que mires
los tatuajes del mundo.




No digas a la gente
que conociste una vieja
de 12 años;
o una niña
en busca de un clavel
para su muerte.
Anda, camina
camina
caminante;
no pienses
que a un paso de tu vida
hay mil muertes
y cuando des un paso
hacia la muerte,
camina, no te aquietes,
camina,
primo,
pájaro.
caminante.


De, La Medianoche Sacude la Memoria, 1989


CONTRACURVA O TEORÍA PARA SABER
LA MUTABILIDAD DE LOS INSTANTES



no quiso decir su nombre
no quiso que mi voz desafíe
a la Sinfónica de Viena
con una melodía
calibre 22

se escurrió por aquel bosque de hambres de la Avenida

se alejó la imposible sin remendar
con su sola insolencia

las siempre averiadas computadoras del solsticio

era de ver su paso
como envolver
en papel celofán todos los rayos
láser
en un cuarto
de pliego
era
como que poseía
en los pezones
los interruptores
para apagar
el día

era como una tromba
versátil su sonrisa
compuesta de jardines infernales
para el arrebato de los instintos

sus ojos
sin mirada
objeto de titánicas
hazañas de levantamientos armados y asonadas
reverberaron los segundos
de cualquier pendular pudor

era una pelirroja
admonitiva que no quiso
ni decir su nombre.


LATE LA MUERTE EN LOS RINCONES
MÁS INSÓLITOS


los ríos tosen semanas agrias

acosa el aserrín en los corredores
de los hospitales
-sus partículas son el único objeto
para el estudio de la Ética-

las nubes menstrúan bólidos verdes
por la autopista de Indianápolis

las piedras ladran lombrices cúbicas
cuyo sitio perfecto es la ventana

los perros copulan sólidas ampollas de miasma
para el desconsuelo de los decanos

las calles nos acarician
con sobrias culebras de aluminio
-el momento más dulce
nos abrirán los pechos-

los ríos tosen semanas agrias.

Del libro póstumo Instantes, 1999

AMANTES

Trizar nuestros espejosRomper las copas con los labiosde mármol que aparecencada ocasión amarga
Agarrarnos por dentrocreándonos edades ante la ficciónque desafía desde la realidad
Envenenar los ojosEnsangrentar el aire
Ensayar con palabras de ácidouna pena culposa hasta gotear espesoun río por el rostro
Fumarnos la pipa de la guerraasistir al azote impunede nuestros corazones
Danzar salina, quedamentealrededor de los cadáveres
Ser pilotos de una navesin brújula y destino
Aladear la tristezaaferrados a un retazo de vidaque pretenden dejarnos
Estallar el airecon voltajes que nos sacudendesde nuestras penas
Tachar un nombre queridode nuestras libretas porque síporque ha muerto.
INSTANTE (4)
No encuentra razón para ponerse alegreel preso liberadosabe que las rejas tienen ese extraño poderde cambiar de forma y continente
Mastica las últimas briznasmientras camina al abismoque le espera con un sobrio asesinatonacido de sus manossin voluntadni sueños.
INSTANTE (5)
El sueño de las carabelassube por los peldaños turbios (es la muerte)responde del interiorun bosque de fogatasamasando el metalcomo quien vence al tiempo (es el recuerdo)
El mar concuerdacon los cascos picoteando la tierrahacia el crepitante vacíoque se agitaráen el arrepentimiento(es el absurdo).
Avanza firme con las floresimplacable en los sueñosdel jinete

HISTORIA CON PARAGUAS
Acomete los flancoscon sabiduría.
Bordea los símbolosinsistentementesin llegar a la esencia.
Practica el malabarismoconsustancial a las formasde su tiempo vacío.
Deja la vida en el gestode las gigantes estatuas de salque construye con provechoy sonríecuando la lluviavuelve líquidos flujossus sueños de grandeza.
INSTANTE (9)
Busca los recuerdosen los contornos de la nochecomo el pilotoque perdió los controlesen la tormenta.Hay en sus ojosuna mezcla de sólido fuegoy caricias inconclusas;más allá:el agujero negrode la muerte.
INSTANTE (10)
Con los pies invisiblescamina por el aireNo tiene la crudezade un alud crepitanteque habrá de sepultarnosjunto a nuestras esperas.
Tampoco es un alburla piel que tanto quieroni los ojos hechizos cavilantesentre la inocencia y el deseo.
Livianacon las potestadesen el voltaje más alto,camina por el airellamándome,llamándome.

LEOPOLDO TOBAR SALAZAR


Poeta e investigador de temas históricos. Forma parte de la redacción de la revista Eskeletra. En los ochentas integró el taller literario La pequeña lulupa de Quito. Textos suyos se han publicado en revistas como Letras del Ecuador y Eskeletra. Los editores de su primer poemario, precisan: "Sirhiom, palabra que no tiene cabida en ningún diccionario es, para su creador, un cirio que ríe en el fondo de un río, el mismo río de la existencia humana y cósmica.".



Gandul

Yo andaba insubordinado
anónimo, triste.
Como arcángel rufián
fumaba gratis y leía periódicos.
Los parques eran mi dormitorio
y -ahora que me acuerdo- era feliz.
Los asaltantes, las rameras,
los alcohólicos y yo
no necesitamos de la felicidad
para ser felices.

La muchacha de Vishnu

En su frente chorrea una estrella carmesí
va por nocturnas estenografías
como el pórtico del palacio arzobispal
repartiendo fundas can pan y mortadela
y a veces tragos de vino seco
Blanco vestido blanco velo
escucho tintinear una ajorca
bajo ese blando aro de seda
que a ratos el viento ovala
Entrega su ración a Diógenes que escribe
sus profecías sobre el advenimiento
del reino de los locos/ bajo esa mancha
de luz que proyecta el City Bank.
En la punta de un cordel ata la funda
para el hombre pájaro que habita en la enramada
de un árbol en el viejo parque.
La última con una flor de loto es para mí.
No sé si es discípulo de Krishna o llegó
a Quito de otro cosmos/ donde las flechas
no la hieren ni el dolor la quema/ lo cierto
es que mi occidental pensamiento
no logra descifrar su silabario.

Baja la tienda zulú

Cortarme puedo la oreja para tus hambrientos
gatitos, así de cruel y bondadoso soy,
igual que pirata malayo, para que tú,
princesa de las esmeraldas que se ocultan
me permitas entrar a tu húmedo africano trópico
a celebrar el ritual de los exterminios luminosos

Sin cámaras delatoras, lejos de la urbana tribu,
ocultaré mi ciencia en la curvatura de tu vientre.
Lleno da vacío como estoy, lleno de verdad, tú,
mi esbelta mitad egipcia, nacerás en mi vació.
Ensayaré mi magia zulú en tu nocturno firmamento
y los elementos de la tierra me lamerán como gatitos.

Igual que buscador de perlas en asiáticas aguas
bucearé desnudo en tu suave cabellera negra.
Eres río de tentaciones para cualquier Heráclito
aquí te toco sin tocarte marimba de seda y sangre.
Nunca vi a tus gatitos, pero creo en ellos
de la misma manera que creo en los ángeles.

Barajas y fierros

Furentes pasos asoman en el tarot
una fuerza extraña me arrastra
hasta la casa de Sabina. La noche
fosforece entre los rieles
y las ruedas del tren. Con su media
luna de estaño en el ombligo
una mulata felina deambula
por el malecón. Sufren letales
los homicidas y entumecidos
se aproximan a la tibieza de la sangre
y luzbelizan su arte en despoblado
Sabina se ha ido en un caballo
blanco con alas. Su ausencia
es un payaso triste gimiendo
en media calle. Mi dolor
es quejumbre de latas y fierros
que cruzan la ciudad de sur a norte
¡Dios mío, qué pocas horas
tiene el día y tanto que vivir!

Iluminaciones


Perseguirla
es pretender cazar la luz de Zimbawe
o cazar el viento en las nieves del Himalaya


Podría yo amar
a un nido de serpientes
en un relicto de bambúes
pero a ella no

Comería sin temor
flores de Nepal
hongos venenosos de Bengala
pero enamorarme
de ella
no

No obstante, observaría
el gas tóxico de las esfinges
mis huesos entregaría a las pirañas
por mirar oh pasión humana
su cuerpo desnudo de mujer negra
bello como diamante negro
del Indostán

Y semejante
a los mineros de Nambija
lamería la piedra de este mundo
le ofrendaría todo mi oro
y la gloria celestial

pero a ella no volvería jamás


Sandunga


Para qué me quieres querida tumba
para qué me quieres querida tonta
sabes bien
que no celebraré bodas contigo
Búscate un galán de Beverly Hills
con él diviértete disfruta de tu sol
en julio agosto septiembre
y a mi déjame bailar calandria
con los seres imaginarios que me
aman con su azafrán de primavera
No me llames por teléfono
con robotizada voz contestaré
el número que marcó no existe
consulte la guía de la ciudad
pero en ninguna guía de ninguna
ciudad encontrarás mi nombre
En el alba te cierras querida tumba
en el ocaso te abres querida tonta
Hagamos un pacto Pelada hagamos un pacto
yo me olvido de tí y tú me olvidas a mí.

Antes del nirvana



En la próxima reencarnación
Tú serás una elefanta feliz
yo un perrito blanco con pedigrí
me ceñirás a veces con tu trompa
yo alzaré la pata te orinaré de amor

Encuentros en el limbo

La noche que estuve en el Purgatorio se rompió el último cántaro del diluvio. A mí me atormentaba un terrenal agujero en la suela del zapato. Nómada yo en aquel entonces, indagaba por Silvia, mi novia niña. Vagaba por la fábula una pareja de fantasmas helados.
Entre los tristes árboles de las molucas que en la noche florecen, se veían dispersas lámparas eléctricas Ambiguas formas encorvadas con pelos, salían, entraban en iglesias barrocas, cafeterías, lupanares. La penumbra como una telaraña todo lo recubría. El Corazón del Purgatorio era una metáfora que se iluminaba en la plaza de Santa Sábadha.
De súbito bajo el Arco de la Rosa Roja vi a Diógenes, el profeta impío, mojada la pavesa de su lámpara, mendigar un fósforo y bociferar su verdad: el Rey Alejandro nos roba el sol y la sal; el hombre es una obra imperfecta, espantosa, con ese monstruito narciso y vicioso como un rey procrea los hijos y con su único ojo de cíclope llora de espaldas. Vi sus ojos cálidos, pero
atormentados por la ciencia de ver la lejanía.
En ese mitin estaba cuando de improviso asomó el viejo Heráclito castañeteando de frío. Con papiros calendarios catecismos inventó en el portal una fogata y repetía que el mundo no es creatura de ningún dios: es fuego que se despierta y duerme conforme a leyes! Salió a la intemperie, la corriente hacía trastrabillar sus piernas, y él clamaba: nadie desvirga dos veces a la bárbara doncella, nadie se ahoga dos veces en la ceniza del mismo río!
Yo creo que el pretérito ocurre en el porvenir. La misma lluvia cae en todos los siglos. Todos los diluvios tienen su ave blanca, su arrecife. Desde el fondo del aguacero me llegó una paloma desencarnada: el misterio que me va a venir. La única flor amarilla que espero, caída del sueño. Entré en una zapatería alumbrada por un quinqué, saludé con anónimos fumadores de opio, y salí. Me gusta filosofar bajo la lluvia, caminando.
Con esa arrogancia de nube lesbiana, ceñida una corona de flores de azafrán, una verde túnica más verde que la hierba, colgante del cuello una luna de hojalata, Safo apareció. Junto al muro de la plaza del Santo Fulgor, semi trabada la lengua, en griego
improvisó un cantar: los huesos me duelen de melancolía, no de frío, he mutilado mi cabelle rapado mi cabeza, porque a este limbo, oh Persé no arriba la primavera, pero en mí renace la risa y la cabellera del amor.
Yo era un transeúnte sin gloria, semejante a un zaguán sin luces. Me consolé. Yo traía un resplandor, fabricado con ciencia y sueño, oculto en una con A todos por igual el destino nos arrastra -me dije un hombre flaco, con cara de quien acababa de ; de la horca-, a los mansos y los. coléricos, a los propietarios y los indigentes, a todos por igual. ¿Dónde están los que se creían, por la providenci; destinados a gobernar? Humo era el poder y disij Pompas de agua y jabón era la gloria, y deshiciér Avísales al Fakir y a los de su calaña -dijo Francc Villon- que en mis legados constan cálidas sopas pescado frito en aceite, y vino, para los días de invierno. «Y de una soga de dos metros sabrá mi cuello lo que mi culo pesa»
Luciérnagas y mariposas calavera circundaban en la medianoche insana, eran sílabas de una palabra desconocida que iba yo a inventar y pronunciar pero la voz con escalofrío de Gérard de Nerval me empanizó los labios. Palabras
existen de las que libremente puedes disponer -dijo el poeta, inasible como quimera- y si pronuncias aquélla, perturbas tú la armonía del mágico universo. Trazando en el aire signos, emigraron las mortales palomillas.
Llenos de fango, rotos mis zapatos, anduve descalzo.
Pensé en un Templo o en una Botella de Whisky. Ignoro por qué a la una de la madrugada estaba la basílica iluminada, abierta. De rodillas, oré: por qué permitiste que un rayo/ electrocutara el vuelo/ de mi nubil amiga/ por ella supe/ desde mi niñez/ que el amor es la agonía del deseo ¡Revívela oh Dios por estas lágrimas!...Y junto a un candelabro la ví toda vestida de blanco. Salió del templo. Yo, magnetizado, tras ella. El viento cumplía con su anhelo de peinar su cabellera. -Abajo de tu corazón, que ahora es un corral de cebras feroces, hay un manantial de aguas divinas, bébelas por mí, me dijo Silvia y con arrepentimiento y violencia arrojó, contra el muro, el veneno en la copa de cristal. Sonaron orquestas, claxons, las lágrimas ardían en mis ojos, era una noche lluviosa de diciembre, en Quito.


Sobre una piel negra de antílope

Retrotraigo la creación a cero
a la inmovilidad del verbo
a la dicha de no ser
Palpo un vestido de novia
sin cuerpo de novia adentro
la Nada es una desnudez imaginada:
muro a donde mis ideas van a lamentar
Sale una cuchilla de luz endurecida
que aquí y ahora roza
la yema del sosegado meñique
y la sangre gotea de verdad
Mundos que se abren mundos que se cierran
Acordeón incesante creador de galaxias
y de seres que danzan en las nubes
o sobre impalpables crisantemos
En la melodía busco el camino de los dioses
encuentro huellas que van al agua
rastros que vienen del cielo
y senderos que van al infinito dentro de mí
Qué busca el brazo mío que se estira
y en segundos recorre
millones de años luz a través del universo?
Soy yo acaso el camino de los dioses?
Soy el vacío que sopla su velamen de revelaciones en los océanos fortuitos de esta noche? Atónitas mis neuronas como piratas contemplan a mi esqueleto dormido al final del espejismo
Todo lo terrenal cae a la tierra Terrenal el manicomio donde se pudren seres cien veces más iluminados que mi pobre asno ciego que espera mirar el arcoiris. El crepúsculo de luz cobriza viaja en el tiempo al encuentro del primer instante en la aniebla
Hijo soy de la vía láctea y de mí mismo
y del orbe que nutre al animal laborioso
intuitivo reflexivo y atador
de magnéticas sílabas
Más allá de la lejanía en un punto matemático
a donde ni la luz ni el pensamiento llegan
allí está la fría reverberación
la mía la tuya la de todos los verbos
Mi espíritu está consigo a solas para siempre
en su extensión de clamorosas claridades
y mi ser terrenal transita del segundo al tercer milenio
en esta noche insondable insobornable
hoyo en el que cae mi solitario corazón
En la innumerable contabilidad de los cielos
ignoro si es púrpura mi cifra o si soy un cero que agrega nada más que sombra Mortal tiempo mío víveme en tu eterna ciencia borra mi forma bípeda erectil inconclusa pero conserva estas hilachas de la intuición Estoy a cien millones de años luz lejos de mí no palpita la sangre sólo el centelleo del verbo y la alegría total de amar en la Tierra


En la mente infinita del Todo que es Nada
soy apenas hueso soledad mente viviente
Veo lo invisible y no entiendo lo visible
puntos líneas palabras cuerpo de quimera
Esta visión ululante es pompa de jabón
dentro de otra y otra y otra
hasta el reino vacío del Absoluto
a donde nunca la imaginación alcanza
¡Oh pavorosa ciencia mía a expensas de la Nada!

MIGUEL ÁNGEL ZAMBRANO ARGONAUTA DE TERNURAS


Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com

El poeta y catedrático universitario Miguel Ángel Zambrano, nació en Riobamba en 1898 y murió en Quito -1969. Profesor de filosofía del derecho y de sociología ecuatoriana y fundador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Central, de Quito. Jefe del Departamento Jurídico del Ministerio de Previsión Social redactó, entre otras leyes sociales, el Código del Trabajo que se promulgó en 1938.

Su primer libro, Diálogo de los seres profundos, apareció en 1956. Le siguieron Biografía inconclusa (1961) y Mensaje (1968). Hace poco se publicó “Memoria de Vida”, una recopilación hecha por la Casa de la Cultura Ecuatoriana (Quito -2005), una amplia recopilación de su obra en la que se incluyen bellísimos textos que se encontraban inéditos.

Humberto Vacas Gómez, al respecto de su obra dijo: "Todo ha confluido para convertir en hecho excepcional la incorporación de Zambrano a la lírica nacional: en primer lugar la alta calidad de su poesía que, sin lugar a duda, rebasa los límites de la normalidad y emerge sombría y torrencial en un caos clareante, de una atmósfera apocalíptica, sin antecedentes en el país que no sean los de la formidable lírica de Alfredo Gangotena; (...)”

La poesía a veces brota como estrella en constelaciones abstractas, alumbrando el silencio de quienes se han olvidado incluso de si mismos, anticipando el ritual de adioses y reencuentros. En fin, en una estela de magia que conmueve al hombre y le da la divinidad perdida. Esa es la poesía que brotó de la pluma del poeta chimboracense Miguel Ángel Zambrano y que se ha incrustado en las arrugas del tiempo en metáforas y ecos de un ser profundamente comprometido con el amor y con sus semejantes.

En la selección poética de la Campaña de Lectura “Cien Joyas Para Leer”, podemos compenetrarnos con textos que vibran desde la tierra, que se enraízan en lo social, en lo humano en lo amatorio y que desde esos espacios nos permiten vivir la poesía de quien talló las palabras, las letras y los versos, con la maestría de quién ama lo que hace. Refleja en su poesía su pensamiento político socialista de profundo contenido humanista.

ESTA NOCHE
Miguel Ángel Zambrano
Ésta noche, en que los astros, casi ciegos, tras un vidrio de lágrimas me miran insistentes, siento que una pequeña luz helada resbala por mis huesos। Esta noche, que el cine se disuelve en una multitud de diminutas ruedas rumorosas que inundan los henchidos contornos del silencio, oigo la luz que baja de los astros y en una arcana música me envuelve। Esta noche, que fugan las palabras en ecos transportados arriba de las voces prisioneras, y crecen, confundiéndose, los murmullos, las luces, los aromas, y los árboles se alzan como manos que saliesen del seno de la tierra para buscar a Dios, ahora, está naciendo un ángel sobre mi corazón. Esta noche, que el olor de la tierra me remonta al origen y burbujas de tiempo entre mis dedos se evaporan, yo advierto mi camino, oigo el rumor de los minutos que ruedan en mi sangre, y en lo alto de mis ojos veo mi propia sombra deshaciéndose.


Ahora, que un viento triste, como de espinas, pasa -rozándome la piel- por las estrellas; esta noche, que al ascender las cosas se han quedando en la eternidad suspensas, desde el fondo de alguna parte, con ojos pensativos, alguien me está mirando. Esta noche que en su red las estrellas han detenido el río de las horas y todo se difunde en una luz inmensa, helada, y unas manos lejanas, pero mías, casi tocan la eternidad. Ahora, detrás del horizonte y de otros horizontes sucesivos, entre brumas de pálidos reflejos, alguien me está buscando. Esta noche llena de luciérnagas que escriben jeroglíficos lilas, de secretos violines desvaídos y cristalinos chorros en estupor inmóviles; esta noche en que una fría música me envuelve diluyendo en mis párpados una cosa sin nombre, desde el país helado sin formas, ni sonidos, alguien me está llamando.

ISLA DE ESPECTROS TORTURADOS

Miguel Ángel Zambrano

El fogón, con dientes de ascua,
muerde el caldero
que hervoroso borbota espumarajos.
Una lívida llama
ahorcándose en humo, se retuerce, aletea,
y se clava de pico entre las brasas.
Sin soplo que la avive resurge y se enardece,
suenan sus alas rojas
y un brilloso escozor rehila la penumbra.
Unas resecas manos salpicadas de chispas,
trajinan espectrales. Sobre la mesa, cinco
calavéricos platos en espera, y al ruedo
cinco figuras secas, cortadas en cartón,
cinco pares de ojos
enquistados en vidrios de aceituna
y ásperos labios en sinuoso gesto comprimidos.
Una profunda torre de silencio
doblega las cabezas. Palabras ¿para qué?
Una idéntica arruga todas las frentes hunde.
Las palabras, idénticas palabras
atraviesan los ojos, resbalan de los labios,
caminan por las caras y cual culebras muertas
por la caldeada semisombra ondulan.
Las consumidas manos de la madre
incian el reparto. La espera se resuelve
en un oscuro brillo que abre un instante las pupilas;
y en vagos movimientos que inquietan las figuras.
Afuera está lloviendo.
Desde el principio del mundo está lloviendo.
El viento cogido por la cola bajo la puerta aúlla.
El frío adelgaza las sombras, las manos y los huesos.
En el camastro arrinconado, suena una tos
y todas las cabezas se vuelven a la vez.
Un cuchillo filudo
corta de arriba abajo las espaldas
y miradas oblicuas al cruce de ojos se deslíen.
Un quejido... Otro más...
Las cucharas resbalan de las bocas.
Desciende la techumbre.
Las paredes se acercan opresoras.
Como en un turbio espejo cóncavo,
más que la llama tísica, la madre
se afila y palidece.
Un mascarón tatuado de relámpagos
asoma en la ventana. Truena.
Desde el principio del mundo está lloviendo.
Tirada en el camastro,
revolviéndose en fiebre y desvarío,
la pequeña mastica frases rotas
a golpes de la tos que en la garganta dura
le revienta racimos de uvas envenenadas.
De lado a lado agita la cabeza.
En los ojos dolidos se congela una súplica.
Los labios temblorosos
se entreabren dibujando un nombre, una llamada.
En sus labios los ojos de la madre.
Pretende incorporarse y cae...
La tos, la tos...
El viento brinca a la ventana
y mugiendo se enrosca a los barrotes,
suenan los vidrios retorcidos.
Los pescuezos se estiran, las caras se desdoblan
y las miradas se bifurcan.
La figura materna se hunde
en las aguas partidas del espejo.
En lo alto la tiniebla se diluye
y precipita a chorros: diluvio negro.
Encendidos mordiscos la noche despedazan;
y amenazantes signos la electrizan.
Entre las luces rápidas las caras
cortadas por la lluvia, manchadas por la tos,
suben, bajan, se escurren, se esfuman y retornan.
El viento se desata en ráfagas y en gritos, trepidante,
y la casucha cruje y tambalea:
Cárcel de espejos torturados,
isla flotante de fantasmas ebrios,
arca de Noé de las sabandijas
y los escarabajos,
que en mar, delirio y tempestad zozobra.
¿En qué cima -Ararat del Nuevo Génesisse
elevará la vida?
¡Ah... la vida... Qué lejos!
A cien gritos de angustia,
en la punta del último grito:
cohete luminoso.
Aquí,
tos y viento,
tos y lluvia,
tos y sangre
en los labios congelados.

EULER GRANDA EL GRAN SUSCITADOR

Gabriel Cisneros Abedrabbo
poesialas@hotmail.com

En la foto Luis Yaulema, Euler Granda y Gabriel Cisneros


“Euler ninguno de los panes que sembraste quedarán crudos”Euler Granda, poeta riobambeño, durante su vida ha tejido un mar de palabras para desterrar al acabose. Hijo trascendente de Riobamba, sus versos se cuecen en la sindéresis social, denunciando la catalepsia de pueblos que ven escapar ausencias de un presente hipotecado por los fantasmas de la Patria.Su poesía es una espada en cuya ignominia caen coroneluchos y patinan mentiras de viento; en cuya verdad vibran tejados de miles de familias reinventando diafanidades en la piel antigua de los andes. Creador de lenguajes sin muletillas. Aeropuerto de las solidaridades, cada eco, cada ritual se agolpan alrededor del Gran Panadero de la Luna: “Bufanda del Sol”; “Tintalabra”; “Pedrada Zurda”. “En 1961 obtuvo el Premio Nacional de Poesía "Ismael Pérez Pazmiño" de Diario El Universo de Guayaquil; en 1987, en Lima, le conceden el Premio Internacional "Jorge Luis Borges"; en 1988 el Municipio de Quito le otorga el Premio "Jorge Carrera Andrade". Según el escritor catalán, Julián Gustems, "Euler Granda es un ejemplo de lo que un poeta puede decir todavía, un poeta que sabe dónde ir y qué camino debe tomar para ser leído. Sus temas hablan de las cosas que nos preocupan, que están a nuestro alcance, que entendemos bien, que nos son comunes. Sus poemas y la forma clara con que hablan merecen nuestra atención.”
Por una iniciativa de la Casa de la Cultura, hace pocos meses se publicó su obra completa, la misma que recoge una de las obras más trascendentes de la lírica ecuatoriana de todos los tiempos, cuyos poemas fueron musicalizados Sandra Bonilla, Jaime Guevara y el Conjunto de Cámara.
La poesía de Euler Granda, se mete en la piel sin aspavientos y germina en motivaciones para transmutar la crisis en futuros nuevos, en metáforas que no solo adornen las sensaciones sino que sean un eje trasversal para la concienciación humana en la toma de decisiones utópicas que desembarquen en futuros nuevos.
No hay que rasgarse las vestiduras y perder la posibilidad de soñar, cuando mayor es el desencanto de una época mayor debe ser la sublimación de un artista y por ende mayor trascendencia tiene su obra, lo que se refleja en la palabra de Euler Granda, riobambeño universal, cuyos versos llueven en mi nostalgia y me alimentan.


SELECCIÓN POÉTICA
LA AGUJA Y EL CAMELLO
("Es más fácil que un camello pueda atravesar el ojo de una aguja antes que un rico entre en el reino de los cielos")

Si se enterasen mis congéneres
que a mí sin ser camello
me es dado atravesar el ojo de una aguja
y que es un juego fácil.
Si comprendieran
lo que es trocar en hilo la grasa del abdomen,
los gordos pensamientos
y el tumor de los lunes.
Si tan sólo supieran en dónde está el ovillo.
En realidad
si fueran mis congéneres;
si tuvieran los ojos para ver
y no para patear;
si en lugar de espiar con el estómago
comieran simplemente,
llanamente comieran
y siguieran comiendo
y establecieran premios para los más glotones
e inofensivamente así,
sin meter los zapatos en los platos ajenos.
Si mis iguales,
mis diferentes semejantes,
los que funcionan como yo
y sin embargo
más que yo rebuznan.
Si supieran los nudos que me hago
y que buscarle
cinco patas al gato
es como sonreírse sin los dientes.

Si supieran
me digo:
que dos y dos son cinco,
que la línea más corta
no es la recta
y que no queda en pie de los axiomas
ni la aseveración rotunda,
ni Pitágoras.
Si supieran no más
que yo ya no soy
sino un primo lejano
que se quedó aplastado bajo un sueño
y desde entonces
algo como un violín
le está goteando adentro.
Si supieran las cosas que yo escribo
desde este barrio sin desagües
donde nos estancamos todos
y la luna se aborta empantanada.
Si supieran las cosas que no escribo
y las cosas que escondo en las rendijas;
si supieran no más,
os doy por descontado,
no pasaría nada.
Además
qué carajo,
qué reino de los cielos,
qué flor
ni qué camello;
los ricos
mientras más barrigones,
con más facilidad
entran a cualquier hora dondequiera.

LIMPIEZA GENERAL
De un puntapié
acabar con la ventana.
Desde el último piso
tirar el terno nuevo,
el nombre, la lascivia;
despojarme del ansia y los papeles;
arrojar a la calle
las mentiras,
las muelas que me sobran,
los amigos;
botar la basura
la calvicie
y por fin,
sin pagar el arriendo
sin avisar a nadie,
irme
donde me dejen ser
una página en limpio.

POEMA GRIS
Hoy los miré tan cerca
como la uña a la carne;
eran hueso y pellejo;
con pedazos de insomnio
salían de unos huecos,
tosían,
recogían cáscaras de frutas,
desperdicios,
ennegrecidas telas.
A la hora del almuerzo
hacían cualquier cosa
menos comer
y en la noche aguardaban
que del cielo arrojaran a las charcas
los podridos luceros.
Masticando silencio
hoy salían y entraban a mi pecho.

UNA FECHA Y EL MAR
Una vez,
un pescador
se fue cortando al viento;
tiró la red,
la recogió vacía;
en tanto ensangrentado el sol
con todo el peso de su cuerpo
se arrimaba en la tarde;
de pronto,
el mar
comenzó a sacudirse
como animal mojado;
el pescador cayó
en brazos de las algas;
en la espina de un pez
se fue su corazón,
aguas abajo,
y en la porosa playa
ese día encontraron
un pedazo de sal
semejante a una lágrima.

LA BASURA TAMBIÉN
"Minador falleció al ser sepultado por una montaña de basura" - ("El Comercio", Octubre/71 ).

Con las imperturbables quijadas
de la lluvia,
con la piel de las frutas,
con mis primas las moscas,
con las toallas higiénicas
de la reina del barrio,
con mi cara y la suya,
con mi paz y la suya,
con la insalubridad
y el códex,
con las palabras
carne de basurero,
con las veneraciones y saludos
que van al basurero,
con los preservativos
y los labiosos arrumacos,
con la foto del pan
y los suspiros
que Ud. bota a la calle,
con los suposítorios
que se pasman,
con los ojos gastados
que Ud. bota,
con el vientre caliente
de la chicha...
sin un remordimiento,
sin el más leve escrúpulo,
como si fuese por dinero,
a Víctor Manolenta Caiza.
Pues,
sí señor
no se lave las manos,
no se dé de inocente,
no se quiera pasar
de palomita blanca.
También, señora Ud.
con todo lo que pesan
sus sueños climatéricos,
sus óvulos infértiles
y sus «patas de gallo».
Con el 7% ,
con la devaluación de la moneda,
con los pactos andinos
y la palabrería del gobierno
«nacionalista revolucionario»,
con las maniobras belicistas,
con las reuniones a «alto nivel»,
con los ministros de agricultura,
con los coli bacilos de la leche,
con el costo elevado de los víveres,
con los ANTIHOMBRES ...
como si fuese un enemigo
a Víctor Manolenta Caiza.
Así no más
como hormiga debajo del zapato,
como araña atrapada en la bisagra.
Y señorita, Ud.
con sus Hot Pants hediondos,
con sus galanes preferidos,
con las cenizas de la marihuana,
con los Hippies,
con los cerebros musculosos
de los señores militares;
así no más,
con la meliflua propaganda
con que los gringos nos roban el petróleo...
como si fuese por venganza
a Víctor Manolenta Caiza.
Ud.
que no es capaz
de matar una pulga
y aunque le soliciten
nunca quiebra un plato,
Ud. mismo y las ratas
que a veces se le escapan del cerebro.
Ud. y yo,
cuando en las deyecciones y desechos
buscaba su sustento,
cual si no fuese un ser humano,
sin que nadie nos viera,
cuidándonos de no dejar
ni siquiera la sombra de una huella,
rezando preces
y apostando al fútbol,
a cuchilladas de basura degollamos
a Víctor Manolenta Caiza.
(De La inútil manía Y otros nudos)
POEMA SIN LLANTO
Hoy mataron a Juan el Huasicama
lo mataron a palo en día claro,
lo mataron por indio,
porque trabajaba como tres
y nunca sació el hambre,
porque junto a los bueyes
arrastraba el arado,
porque dormía sobre el suelo
y con su mala suerte cobijábase,
porque amaba la tierra
como la aman los árboles;
lo mataron por bueno,
por animal de carga.

Se quedó
de los pies hasta el alma ensangrentado.
se quedó boca abajo
para que los trigales no le vieran
la cara destrozada,
quedó
como las hierbas
después que pasan los caballos
y nadie dice nada;
lo mataron sin que nadie lo notara,
sin que a nadie le importara nada.
El viento persistió en su erranza,
como siempre las aves revolaron,
siguió impasible el soledoso páramo.
No hubo más,
el patrón lo mató
Porque le dio la gana.

TAMBIEN SUCEDE
A veces
el amor como un intruso,
como un pelo
en el plato de comida.
A veces el amor
como enfermarse,
como estar ahogándose,
como si hubiésemos robado
y nos buscaran.
Otras veces con él
qué borrachera,
qué jubilosa azúcar
inundándonos,
qué tropel
en las venas,
qué cosa nunca vista,
qué fiebre de colores.
A veces el amor
como pudriéndose.

LA ADVERTENCIA
Un día
le regalan a uno
una palabra
y uno la pone al sol,
la alimenta,
la cría,
la enseña a ser bastón,
peldaño,
droga anticonceptiva,
garra,
analgésico,
brecha para el escape
o parapeto.
Uno le saca música,
la pinta,
la vuelve más pariente
que un hermano,
más que la axila de uno.
Uno la vuelve gente
y en los instantes débiles
hasta le cuenta
las cosas subterráneas de uno;
pero cría palabras
y un día te sacarán los ojos.

lunes, 22 de octubre de 2007

RUBÉN MOLINA

Gabriel Cisneros
poesialas@hotmail.com

La noche de por si es una maldición, un espacio oscuro del tiempo donde los demonios más inimaginables tocan el espejo y escapan amorfos sin rencores ni tapujos a repintar las cosas con el pecado lujurioso de su nombre, con la anarquía diabólica de sus rictus Estos son los hijos nocturnos de Rubén Molina, hechos piel en la palabra, teñiendo la vida de metáforas. Si no escapas y te refugias de estos versos y cuentos puedes caer en el abismo de pensar diferente y ser verdaderamente libre.



Se murió la Jacinta!!
Su vida se largó por el fregadero
No hay caja tan ancha
Para alma tan limpia
Ni tierra tan pura
Para flor tan perfecta



CUANDO YO MUERA

Cuando yo muera
Me abrazare a mi sombra
Me beberé de un sorbo la tierra
Y dejare
El ultimo latido
Sembrado entre la hierba

Cuando yo muera
Moriré contigo
Y finalmente dejare que te marches
Al olvido

Cuando yo muera
No escucharas mi grito de agonía
Me moriré solo
Así como vine al mundo
Sin un recuerdo que me atraviese el alma
Y confesándole mis pecados a la vida.
No me importara entonces
Haber nacido ángel o demonio
Ni haber bebido el néctar de mil pubis
Me iré libre
Y volveré
Al santuario donde un día
Apresuradamente vine a la vida
Y en este inmenso circulo
Regresare al principio
Mientras busco nuevamente
Nacer de los brazos de un niño


LA NOCHE DE SANTA MINA

Te escucho en el silencio de la noche
En tu rostro de ocarina
En tu caminar de gacela
Y en el bolero de la esquina
Eres mil pompas de jabón
Que nacen y mueren
En el mismo instante.

Por ti perdí el camino al vacío
La noche de hogueras
El llanto y las metas.

También se quedaron contigo
Las auroras más queridas,
Los cantos de mis cigarras madrugadoras,
Las guitarras,
Y algunos de mis pinceles con alas.

Te escucho dentro,
Muy dentro de mi pecho
Allí, donde se revelan mis poemas

UMBRAL



Alguien me arrastro
Hacia este laberinto de piratas
Y me dejo sentado
Inconsciente, desnudo y amnésico
En el umbral del ombligo
De mi madre
El ángel de la imaginación
Hizo descubrir el sendero
Y los calvos emisarios del desvelo
Me mantuvieron firme
Ante el desfile de los muertos
Vine a redimir a las putas
A dar abrigo a los desamparados
A pintar el color de mis desvelos
A escribir versos callejeros
A soñar cualquier sueño de poetas
A mantener la vida quieta
Vine de soñar un sueño
Y despierto en otro de igual sendero
Vine a ver fantasmas
Deslizándose entre las puertas
Y a vos dudosa calavera
Cazarme
Cuando despierta la aurora

SOLILOQUIO GAY

Apagó repentinamente el candil,
Se ajustó el brassiere y se contempló en el espejo.

Eran bellos sus senos.
Acomódese el mechón desplomado en su frente
Y borró de la comisura de sus labios el desliz de un carmín Inquieto.

Se balanceó en sus tacos
Y extendió los brazos como si fueran alas

Sonrió discretamente con la picardía de saberse bella, por un día siquiera.
Se colocó la ropa como un sereno maniquí y se ajusto el ligero, después como último tono se miro al espejo.
Sus tobillos delgados
Los muslos carnosos
Y esa pequeña panty
Comprada en un momento de gloria.

Y otra vez esa maldita molestia
Que tantas desventuras logro darle
Cuando se escapaba de entre las piernas.
Así, se sienta en su auto,
Enciende un cigarro.
Esta noche hay luna llena


Canta Pepe Quevedo
Me asusta tu rostro reflejado
En mi espejo
Vieja polilla de la realidad tirana
Como nosotros nadie!
Gerenciales delincuentes
Mitad sabiduría
Mitad conciencia callejera

Dime viejo poeta
Sabidillo dios me guarde
Y todavía sigues muriendo
¿Entre preguntas y admiración!!
Algún día relatare tu epitafio y diré por ejemplo
Que envejeciste en el instante
de tu nacimiento,
pájaro genial de los contrastes.
Déjame mirarme en tu silencio
Monstruo vital
Carita de payaso
Así que canta Pepe Quevedo
Canta
Que al final cuando estas ebrio
Siempre cantas
QUIEN

Quien sabrá de mi esperanza
Quien dirá para entonces
Que tuve entre los sueños
Miradas azules.
Que amé como la brisa del viento
Y te cubrí con mis brazos de lluvia.
Que parí hijos, di versos,
y proclame bajo el sol
la palabra, para convertirme
en una estatua de sal
con una placa que
recuerda mis nostalgias.

Por que esta soledad ingrata?

Acaso el amor se muere cuando nace,
O es que acaso mi suicidio se adelantó
A mi nacimiento

Por que no puedo despellejarme
Para que veas mi hermosura.

Ni comprarme una caricia en la esquina
para ser el mercader de una raza baldía.

No quiero tratar con blancas, ni negras
Tampoco con algo que tenga sabor
A amargura.
Yo vivo aquí
en la misma esquina
con los viejos vicios
y mí ahogada poesía.

Cada tarde vuelvo a casa,
cuando encuentro el camino.
A mirar la misma desidia
y mi amor que se muere

Por que cada ves
Es…….. Más frió

CONFESIONES

Señor,
Confieso que he trasnochado
entre sombras y cordeles,
Que asfixié a mi niño
antes de que llegue la luna nueva
Y que recorrí el cementerio de mis horas
ausente de penas y silencios.

Acaso en mis años mozos
pensé en las libertades verdaderas.

Mas supe que no tuve madre
sino que me parió el viento,

Que un ángel disidente
me trajo los pinceles,
y una hechicera desnuda y prostituta
me tallo los versos.

Señor, confieso que no cargo
culpa alguna, que me perdoné
en el instante en que cometí mi falta
que siempre era menor a mí condena.

Ahora señor,
Solitario como siempre,
Con la misma herida
con las que trajiné por mis anhelos.

Miro atrás,
hacia mis huellas.

Como prologo, me borraste las fronteras

Por eso,
Con las palabras del sentenciado
vuelvo libre a la penumbra
donde tú,
jamás estás de duelo.

LA SALA TRES.

Atrapado,
burbujeante como un volcán en celo,
Se fuma los minutos con ansias
y se muerde los desvelos.

Le hace falta una hembra
que le masculle profecías de ternura.

Y cuando recorre los fantasmas de los muros,
Le salen al encuentro ojos de perro.

Los días son ese lento trajinar
de gritos, desconsuelos,
brillos felinos de hachas y
masturbadas lentas
bajo la interminable espera.

Lo olvidaron allá fuera y
un leguleyo le absorbió
hasta el cerebro.

Su compañera se marchó
buscando agua, para que germine el suelo.

Solo la oscuridad lo toca
Y él, inventa el vuelo

MADAME CHIMBORAZO


Déjame abrazarte madame Chimborazo,

Trepar despacio por tus garras de hielo
Y ascender despacio
Por tus torneadas espigas.

Abrazarme en la madrugada de tu vientre
mientras un cóndor solitario
revolotea como mudo testigo
de mi proeza castaña

Déjame volver al nido
Y agregar por un instante
el silencio del rocío.

Dormitar donde crecen las serpientes
las águilas y los ciervos
para seguir avanzando
hacia la cima de tus senos…

Y que me bautice entonces
el primer rayo de solque trae presuroso la primavera